Ya han llegado, y están repartiendo los regalos. Los Reyes Magos ya están en la ciudad, y el frio no les va a detener.
En el desfile era maravilloso ver las caritas sonrientes y llenas de ilusión de los niños (ja,ja,ja, y no tan niños) viéndoles a ellos me devuelven a mi niñez, a ése momento en el que estás viéndolos y pensando que uno de los paquetes que llevan será lo que había pedido, y ¿me lo encontraré debajo del árbol? o ¿me encontraré carbón?... mamá, me he portado muy bien hoy ¿verdad?, eso me ha dicho mi niña cuando estábamos de vuelta a casa, y yo para darle un poco de intriga, que me encanta, le he respondido que cuentan todos los días, ¿te has portado bien y has obedecido a papá y mamá todos los días? mmmm, carita de buena...... bueeeno, todos, todos igual no. Entonces como los Reyes lo saben todo, lo tendrán en cuenta... lo bueno y lo no tan bueno. ;-) . Me ha mirado, me ha hechado una sonrisita, y no me ha dicho nada, pero creo que ha sido su manera de decirme, mami me van a traer lo que he pedido.
Así que con este convencimiento que creo que tiene se ha ido a la cama, tranquila y con otra sonrisa, no sin antes dejar las zapatillas, chocolate, agua y un poco de patxaran para los reyes y sus camellos, me ha dicho buenas noches, mamá. Buenas noches hijas.