La pintura bajo vidrio (también denominada pintura sobre vidrio invertido) es fascinante. Cada pieza se pinta de atrás hacia adelante: primero se pintan los detalles, luego las áreas de color más grandes y, finalmente, un color de fondo. Es una habilidad que requiere gran cuidado y precisión, ya que primero se pinta la superficie visual y luego se superpone.
Esta forma de arte ha existido desde antiguo. Fue ampliamente utilizado para pinturas sacras desde la Edad Media. El más famoso fue el arte de los iconos en el Imperio Bizantino. Posteriormente la pintura sobre vidrio invertido se extendió a Italia, donde en Venecia influyó en su arte renacentista. Al principio era una forma de arte exquisita creada por maestros artesanos para los ricos, pero más tarde se convirtió en un género de arte popular a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, cuando el vidrio se convirtió en un material menos costoso.
Durante los siglos XVII-XVIII esta técnica fue introducida en China y en India por los misioneros jesuitas, y allí también floreció.
En este video, que recoge imágenes de la colección de Manuel Navarro, predominan las imágenes de Teresa como única protagonista, en actitud de orar o en su tarea de escritora.
A pesar de que todas las obras comparten la misma técnica, puede observarse la gran variedad de estilos. En común, se puede destacar la riqueza del colorido que tienen estas pinturas bajo vidrio.
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