Revista Cine
"La naturaleza regala tristeza a cualquiera que pasa, mientras que la alegría inteligente es un arte raro más que humano, casi divino elogio eterno a quien sepa practicarlo."
El libro que os traigo hoy se aleja un poco de mis lecturas habituales, pero fue la recomendación bibliotecaria a la que no me pude resistir.
Javier Gomá Lanzón (Bilbao, 1965) es Doctor en Filosofía y licenciado en Filología Clásica y en Derecho. Cuenta en su haber con numerosas publicaciones ensayísticas, y esta que os traigo es una de ellas. "La imagen de tu vida" se compone de cuatro partes: tres breves ensayos y un monólogo dramático. Todas parten de una misma premisa, de una misma cuestión vital: ¿Qué permanece de nosotros en este mundo donde todo pasa? ¿Es posible dejar huella en los que nos sobreviven? ¿Se puede escapar de las garras del olvido cuando dejamos de existir?
No es ningún secreto que somos efímeros por naturaleza, pero Javier Gomá nos habla de dos vías para esquivar el olvido. Una de ellas es la huella de la producción artística, las obras que un individuo deja y que, si son de calidad, resistirán a lo largo del tiempo, al igual que la figura de su creador. Obviamente, no todo el mundo es Velázquez, Liz Taylor o Charles Dickens; esta vía solo está al alcance de una minoría, pero hay otro camino que está al alcance de todos: el de moldear con la propia vida una imagen ejemplar, digna de perdurar a lo largo de los años en quienes nos sobrevivan.
En este mundo, donde hay lugar también para el desengaño y la tristeza, el autor apuesta por seguir el camino que conduce a escondidas reservas de inteligencia y alegría existentes, porque nada puede expropiarnos el derecho a intentar crear esa imagen duradera.
Tras presentarnos esta teoría de la imagen (de la que solo ofrezco aquí unas pinceladas), y aprovechando que la fecha de publicación de este título es coincidente con el IV aniversario de la muerte de Cervantes, Gomá le dedica un capítulo al autor, incidiendo especialmente en su "imagen de vida", por considerar El Quijote la obra que más alusiones simbólicas contiene sobre el sentido universal de la vida, y afirmar que su autor es un ejemplo de su teoría, por la combinación personal de idealismo, humor y cortesía, por su sentido de la moderación y la urbanidad a lo largo de su existencia.
Y cuando vas pasando estas páginas, cargadas de reflexiones filosóficas y literarias, llegas a "Inconsolable", un monólogo dramático que fue llevado al teatro, en el que el autor desnuda su alma al hablar de la pérdida de su padre, su duelo, el sentimiento de culpa y la huella o imagen que proyectó sobre él. Un texto muy personal que me removió, un texto de cuya lectura no sale indemne ningún lector.
Que nadie se asuste. Naturalmente, es un libro para leer con calma, de cierta intensidad. A lo largo de sus páginas he pasado por varios estadios, y en algún momento he detectado cierto tufillo a crisis de los cincuenta, pero son poco más de cien páginas de lo más interesantes, que invitan a la reflexión. Me ha dejado muy buenas sensaciones y, por qué no admitirlo, algún que otro nuevo propósito.
" Vive de tal manera que tu muerte sea escandalosamente injusta".