Estaba rebuscando en el archivo una imagen para despedir este año. Siempre es difícil encontrar un fotografía que resuma 365 días en los que han pasado muchas cosas, algunas buenas y otras bastante malas. En este año que se acaba se ha confirmado que el medio ambiente sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad, gobernada por unos políticos que desde la derecha hasta la izquierda del arco parlamentario, tanto nacional como autonómico, han mostrado su más absoluto desprecio hacia la naturaleza y hacia todo lo que la rodea.
En este año, se ha continuado con la política del rifle y de la venganza. Se han intentado solucionar los problemas a tiros y desde los despachos de aquellos que nos gobiernan a todos se ha cedido a las presiones de ciertos colectivos minoritarios por un puñado de votos. Podría poner una fotografía de las que he colgado hace unos días de los lobos matados a tiros por unos delincuentes en una cacería, o de los cachorros tiroteados en los montes de Asturies por orden de la administración, pero al final me he decidido por poner la foto del momento que sin duda me ha impactado más este año. Una imagen en la que no salen ni animales, ni plantas, ni paisajes, sino personas como nosotros, personas que se siguen jugando la vida para buscar una vida mejor mientras aquí los recibimos con cuchillas y les negamos los derechos más básicos.
Fue a principios del mes de agosto cuando os encontramos, flotando a la deriva en una barca de juguete en medio del estrecho de Gibraltar. Todos los que íbamos en el barco nos quedamos en silencio cuando la barca de salvamento marítimo llegó a recogeros, no teníamos palabras para describir lo que acabábamos de vivir hacía unos minutos. Hoy mismo me volví a acordar de vosotros, ¿donde estaréis ahora? ¿me habré cruzado a alguno de vosotros por la calle vendiendo unos CDs mientras me quejaba de lo mal que iba todo?
Os dedico esta entrada a los seis, no se vuestro nombre, ni dónde estaréis ahora, ni si habréis encontrado algo de lo que buscabais, solo se que a los siete que estábamos al otro lado, tan cerca pero tan lejos, nos cambiasteis por dentro. Ojalá hayáis tenido suerte y os deseo lo mejor para el 2014.
Un saludo a todos y feliz año nuevo.