Revista Cultura y Ocio
Hasta ahora Amazon se me viene negando. Contrariamente a lo que ocurre en la calle, no he conseguido vender allí más que un puñado de libros. No sé cuál es su secreto. O tal vez lo sospeche: la presencia que pueda tener yo mismo en diferentes redes sociales.
Y no es que mi presencia sea cero, pero es cierto que no soy propenso a las grandes conversaciones. Como tampoco lo soy en la vida real, la de carne y hueso, salvo cuando el tema en cuestión de verdad me apasiona.
Entonces, si no quiero (o no puedo) ser alguien que no soy, y este que soy no coincide con las necesidades de la plataforma, es probable que las cosas sigan así:
Amazon en una negación permanente (impenetrable, absoluto), y yo sabiendo mis limitaciones, mis carencias, y explotando, a cambio, los que creo son mis puntos fuertes: el contacto directo, el escuchar (mucho más que hablar), el decir la palabra justa y pausada, el mirar a los ojos para entender a quien tengo delante.