La impertinencia de Osiris50 en esta plataforma

Hay personas impertinentes que gustan de lucir sus idiotoces en las conversaciones, hablando y comentando sobre todo lo que leen o escuchan, aunque desconozcan siquiera el concepto básico de lo que se está diciendo, y como queriendo que les presten una atención que, lógicamente no merecen. Estas personas, precisamente son aquellas que nunca van bien provistas de noticias importantes, pero sí de curiosas variedades de insultos e improperios con que amenazan la paciencia de los que tienen la desgracia de cruzarse con ellos en su camino, son por lo general pobres idiotas, de escasos de recursos; casi siempre nos cuentan las mismas patrañas y casi siempre de la misma manera. Desde la intolerancia y la crispación.

Soltar una impertinencia, por ingeniosa que sea, que en el caso que nos ocupa no lo es nunca, esto por descontado, puede darle a este redact@r una sensación momentánea de auto gratitud, pero seguramente, a la larga, le cueste cara, porque se quedará sólo con sus estúpidas y retrógradas ideas. Incluso entre los suyos. Así que para controlar la presión que pueda sentir esta persona tan grosera, yo le recomiendo que aprenda a contar mentalmente hasta diez antes de replicar con tanta inquina. Imagino que es un consejo difícil, pero a veces increíblemente valioso.

Yo entiendo que en muchas ocasiones, algunas personas quedan enredadas en reacciones que no les ayudan a sentirse bien, sino que por el contrario les dificultan el bienestar y que este hecho les hace disgustarse mucho con aquellos que no comulgan con sus arcaicas ideas, pero eso no es óbice para que se insulte y se desprecie con esa ironía profunda con palabras que igual creen que ofenden como “progresía”, y que no es así por mucho odio y veneno que lleven. Sin embargo deben creer que lo hacen, que dañan, que hieren, porque a ellos sí les revuelve el ánimo y hasta las entrañas que les llamen fascistas. Yo soy progresista, si usted, Osiris50 es fascista, no se avergüence de ello.

Pero como sé, que el favor que esta fauna de elementos busca es la popularidad y la atención, lo peor que podemos hacer en detrimento nuestro y para gloria suya es atenderle, hacerle caso, lo mejor es restarle importancia a su falta de sensibilidad. Nadie merece ser el saco de boxeo de nadie, que busque ayuda para trabajar sus dificultades sociales y su poca capacidad para ponerse en el lugar del otro.