Revista Decoración
Cuando estamos ideando la construcción de nuestra piscina, a veces podemos pasar por alto la importancia esencial de algunos elementos que complementarán la instalación. Es el caso de la elección del suelo de las piscinas, que además de un innegable valor estético, tiene unas prestaciones funcionales que tenemos que valorar para no equivocarnos.
También es cierto que, el suelo de las piscinas se puede cambiar en cualquier momento por lo que si estamos poco satisfechos con el que tenemos, podemos aprovechar antes de que llegue la temporada de baño para hacer esta reforma. En ambos casos, hay dos principios que debemos priorizar al elegir el suelo de las piscinas, la resistencia y que sea una superficie antideslizante.
Estas dos características que debe cumplir cualquier suelo de piscinas sirven para garantizarnos que nuestra inversión va a ser rentable, por un lado, y que estamos evitando el riesgo de los accidentes más comunes, caídas y resbalones, por otro. Salvando estos dos aspectos, el resto de valoraciones sobre cada tipo de suelos de piscinas van a tener un carácter más personal, influido por nuestros gustos y nuestras posibilidades económicas.
Entre los materiales más usados para el suelo de las piscinas hay que destacar el tradicional césped, ahora muy demandado en la versión artificial con menor esfuerzo de mantenimiento. Igualmente, la maderaes uno de los materiales preferidos para usar como suelo de las piscinas, por su indiscutible valor estético y por la confortabilidad que supone. Otras opciones son las piedras naturales, el mosaico o el gresite.