Decía la poetisa Maya Angelou: La gente olvida lo que haces y lo que dices, pero nunca olvida cómo le haces sentir.
Pueden hacer y decirte, pero cuando te afecta al sentimiento, es algo que no se olvida. Cuando alguien te toca en el corazón, puede quedar una herida en el mismo o una maravillosa flor de alegría que te llena de satisfacción.
Parece que todos lo sabemos cuando nos afecta directamente pero, ¿también lo sabemos y nos damos cuenta cuando le afecta a quien tenemos enfrente?
La importancia de hacer sentir es tan grande, que puede despertar aquello que estaba escondido en el corazón o que se mantenía totalmente inactivo.
Cuando te encuentras con un amigo, ¿de verdad le deseas un buen día o es solo un saludo formal y espontáneo? ¿Te imaginas que él sienta tu deseo y lo perciba como tal, que te importa de verdad que su día sea bueno y que cuando le preguntas qué tal le va, de verdad te importe y te alegres o le animes?
Y en un restaurante, ¿de verdad sabes la alegría que siente el camarero o el cocinero cuando le felicitas por su atención, por su servicio, por su comida, porque el restaurante es acogedor? Solamente verles la cara denota una satisfacción mucho mayor que la propina.
Y en una tienda o en un supermercado, cuando simplemente les das las gracias por su atención, por su simpatía o por su ayuda, despiertan del anonimato interior como recordando que son personas y que tú te has dado cuenta que existen, que están allí, que también merecen tu atención y reconocimiento.
Lo mejor sucede cuando te paras a saludar a alguien de mantenimiento, de la limpieza, al jardinero. Estos trabajadores parecen siempre los grandes olvidados y la gente pasa a su lado como si fueran una columna del edificio. La alegría que sienten cuando les saludas, te interesas por su vida o por su familia, les produce un sentimiento interior de cariño y agradecimiento que rara vez lo olvidan ganando un amigo para lo que necesites.
La tranquilidad que recibe un paciente cuando el médico le escucha, le entiende y participa de sus dolores sintiendo con él su problema, animándole, dándole cariño, confianza y fuerza,
¿Y a tu pareja, a tu hijo, a tu padre o a otro familiar? Cuando de verdad les haces sentir tu cariño, cuando te interesas por sus cosas, cuando te preocupas por sus problemas, cuando simplemente te paras a escucharles, cuando les dices algo bonito, cuando les dices "te quiero", cuando reconoces sus esfuerzos, cuando estás ahí en los momentos en que te necesitan; ahí es cuando uno descubre la magia de la familia.
La gente se aparta cuando alguien que conocen viene apesadumbrado, con su semblante serio o preocupado. ¡A ver si me va a contar sus problemas! ¿Y no crees que eso es precisamente lo que necesita esa persona? ¿Y sabes lo que se consigue cuando te acercas y simplemente muestras interés por sus problemas? Sentirse escuchado y que sus problemas sean mucho menos importantes de lo que parecían, porque un pequeño consuelo le ha hecho ver que hay gente maravillosa a su lado.
¿Sabes lo importante que es que te intereses por tus empleados? Por su vida, su familia, sus problemas, valorar y reconocer su trabajo, su esfuerzo y hacerles sentir parte importante de la empresa ayudándoles a crecer. ¿Quién crees que pondrá a tu lado para mejorar los resultados de tu empresa?
¿Y a tus compañeros? ¿Detenerte, hablar con ellos, escucharles, brindarles tu ayuda, facilitarles el trabajo y ponerte a su lado ofreciéndole tu cariño ante sus necesidades o preocupaciones tanto laborales como personales?
No te olvides de la sonrisa, de la alegría, de los besos, de los abrazos y regala tantos como puedas porque engrandecerás el corazón ajeno y también el tuyo.
Ten en cuenta siempre que cuando alguien se acerca a hablar contigo, lo que le digas y lo que él sienta en esa conversación, puede ser el minuto de su vida que jamás olvide. Mucha gente necesita consejo, ayuda, expresar sus sentimientos o que alguien le anime en una decisión. ¡Escúchale con atención y que así lo sienta!
Como decía al principio, La gente olvida lo que haces y lo que dices, pero nunca olvida cómo le haces sentir (Maya Angelou).
Aparca por un momento las redes sociales. Las redes sociales no hacen sentir, lo que hace sentir es tu cercanía, tu presencia, tus palabras, los latidos de tu corazón.
¿No crees que esta es una buena época para hacer sentir y para tener en cuenta este mensaje?
Con mi mejor deseo de una FELIZ NAVIDAD aquí te dejo este fantástico vídeo:
"En esta época de Navidad, ilumina el mundo"
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