Las etiquetas nunca son buenas, y menos si ya son adjudicadas a una edad temprana. A la hora de comunicarnos con nuestros hijos debemos tener cuidado con lo que decimos, ya que la interpretación de los niños de nuestras palabras son 100% literal. Un claro ejemplo (por más cómico que parezca), si le decimos a nuestro hijo que “no tiene nada en la cabeza”, de seguro que el niño se imaginará su cabeza sin nada, en blanco, y esto no sólo debe generarle incertidumbre ante la incomprensión de las palabras como también cierta desesperación negativa.
Por ello es importante ser positivos con nuestros mensajes, y motivar a nuestros hijos a conseguir sus metas, transmitir la fuerza de que pueden lograrlo ya que la motivación influye en nuestro proceso de hacer, de percibir, de medir expectativas… ¡de definirnos como personas activas ante el mundo!
Existen dos tipos de motivación: interna y externa. La primera es la que cada uno tiene dentro de sí mismo, y la externa es donde tanto padres como maestros son claves en el desarrollo y motivación del niño. Durante los primeros años de vida, el niño necesita claramente la motivación externa por parte de los adultos que le rodean. Los padres aquí son pilares importantes de la motivación. ¿Cómo motivar a nuestro hijo? Algunos consejos:
Si a ti te interesa, a mí también: Que el niño sienta que te involucras con lo que él está haciendo o le preocupa ayudará a valorizar su problema y a evitar que sienta tristeza, lo que le dará fuerzas y motivación para superar su impedimento. ¡Tú puedes!
Colabora con él: Acompañar a tu hijo en la superación de obstáculos ayuda a que el niño se esfuerce y trate de superar con ganas el problema y alcanzar la meta. La estimulación también es importante en esta fase, por ello alentarlo a seguir adelante y a intentarlo es muy positivo para su motivación.
Celebra sus logros: A menudo los padres hacemos más hincapié en las cosas que hace mal el niño y nos olvidamos de premiar sus aciertos. Por ello acostúmbrate a felicitar y premiar los éxitos y logros de tu hijo. También puedes optar por premiar a tu hijo mediante un regalo o una salida que tanto le gusta ¡la creatividad de sorprenderlo cae en tu tejado!
Estos son algunos consejos mediante los cuales podemos hacer que nuestros hijos afronten sus retos diarios de crecimiento y aprendizaje con buena sonrisa y con la creencia de que ellos pueden hacerlo. ¡Alienta a tu hijo y potencia su motivación!
¡Comparte con nosotros tu experiencia y consejos!