Una empresa socialmente responsable es la que, además de cumplir con el marco legal, va un paso más allá para satisfacer las expectativas de trabajadores, clientes, proveedores y accionistas a nivel social y medioambiental. En esto consiste la RSC o Responsabilidad Social Corporativa.
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se adquiere de forma voluntaria. Las empresas socialmente responsables incorporan políticas, prácticas y procedimientos laborales, sociales y medioambientales encaminadas a trabajar en el respeto por los derechos humanos y a tomar medidas para reducir el impacto medioambiental de su actividad.
LAS VENTAJAS DE LA RSC PARA LA EMPRESA
Implantar este tipo de políticas en la empresa no solo es beneficioso a nivel social y medioambiental sino que aporta numerosas ventajas a la compañía:
- Mejora su imagen de marca de cara a empleados, proveedores, clientes y accionistas.
- Aporta un valor diferencial respecto a su competencia.
- El beneficio aportado a la sociedad hace que aumente el número de clientes que la prefieren respecto a otras.
- Las prácticas éticas y el cumplimientos con certificados y normativas, como la ISO 14001 le abren el camino para llegar a nuevos mercados.
- Crea un modelo de negocio sostenible que aporta solidez a la empresa y garantiza una larga actividad en el tiempo.
- Las medidas responsables con el medio ambiente minimizan el consumo energético y de agua así como la emisión o la emisión de CO2, lo que contribuye a reducir los costes de producción.
- Incrementa su credibilidad al mostrar de manera clara y transparente el impacto social que genera con su actividad empresarial.
- Fideliza a los clientes por su implicación en el bienestar social y en el entorno. Los consumidores son conscientes de que los servicios o productos que compran cumplen con estándares éticos, comprometidos con el medio ambiente y la sociedad.
FORMAS DE IMPLEMENTAR LA RSC EN LA EMPRESA
Las formas en las que una empresa puede apostar por la RSC son muy variadas. Dependiendo del sector de actividad y del tamaño de la compañía se pueden elegir las que mejor se adapten en cada caso. Algunas de estas acciones son muy sencillas y con un coste muy reducido, con lo cual son asequibles para empresas de cualquier tamaño. Los servicios para empresas saludables, que consisten en poner en práctica acciones para fomentar hábitos de vida saludables entre los empleados, contribuyen a crear un ambiente sano, empleados felices y un ambiente laboral más conciliador.
El departamento de recursos humanos puede diseñar acciones para implantar hábitos saludables, como actividades de relajación, cuidado de la forma física o la posibilidad de disfrutar de un servicio de fisioterapia en la oficina.
Esta apuesta por el bienestar laboral de los empleados mejora las condiciones de trabajo y hace que los empleados se sientan más motivados. Poner a su disposición salas con bebidas détox o fruta fresca en la oficina se convierten en acciones que generan beneficios no solo para el trabajador sino también para la empresa.
La RSC puede ponerse en práctica tanto en el ámbito interno como en el externo mediante políticas que generen bienestar laboral, responsabilizándose con la sociedad y el medio ambiente y buscando el beneficio mutuo de la compañía y los grupos sociales con los que interactúa: empleados, proveedores, clientes y accionistas.
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