La usabilidad debería convertirse en parte de las pruebas de certificación para las historias clínicas electrónicas para garantizar que los sistemas están diseñados no sólo para que los clínicos lo encuentren atractivo al usarlo, sino que lo manejen de manera segura y eficaz.
Esta es una de las recomendaciones contenidas en un informe para la Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ) sobre la evaluación y mejora de la usabilidad de las historias clínicas electrónicas.
La usabilidad implica facilidad de uso y diseño para un uso efectivo. Es un factor crítico para el éxito en la implantación de un sistema de historia clínica electrónica. De no prestarle la suficiente atención, los distribuidores pueden detectar errores una vez que la aplicación ha sido desplegada, causando costosas actuaciones correctoras, parches, marchas atrás o, lo que es peor, un uso ineficiente del sistema (o no usarlo nada…).
La verdad es que una queja habitual de l@s profesionales respecto a estos sistemas es que no están bien adaptados a las necesidades de los profesionales ni al flujo de trabajo habitual del día a día. Por suerte, esto va mejorando poco a poco y los distribuidores prestan cada vez más atención a esta característica.
Pero una de las consideraciones que me parecen más interesantes es la siguiente:
Al no reconocer las cuestiones fundamentales de usabilidad a través de una amplia gama de pruebas de usuario durante el diseño y desarrollo, los fabricantes están abriendo la puerta a posibles incidentes de seguridad del paciente y a costosas correcciones tras la implantación.
¡Tienen toda la razón! Un sistema que no resulte intuitivo dará lugar a “trucos” por parte de l@s profesionales que lo usen. Una posible consecuencia sería colocar información donde no se debe, quedando expuesta.
Y otra de las conclusiones que, aunque parece muy fuerte, resulta totalmente cierta es:
No hay estándares en la mayoría de las ocasiones y, cuando los hay, no se hacen cumplir. La industria del software tiene un montón de directrices y mejores prácticas, pero, en el ámbito del software sanitario, no hay nada de esto.
Quizás la aseveración es muy fuerte y puede que injusta. Pero es cierto que el software implicado en los sistemas sanitarios tiene muchísimo que mejorar. Manejamos la información más sensible que puede existir, pero nuestros sistemas no están acordes con la importancia de la información que contienen y gestionan.
Y tenemos muchos ejemplos en nuestro día a día: los sistemas de información bancarios, de las líneas aéreas, la gestión de aeropuertos, pagos en línea… y, ¿creéis que hay mucha diferencia entre la información que manejan esos sistemas y la información sanitaria? Mi opinión es que no hay ninguna diferencia, ¿qué pensáis?
Pero… después de haber leído todo esto… ¿conocéis alguna historia clínica electrónica que esté certificada? ¿Es la certificación un criterio en los procesos de contratación? Quizás deberíamos empezar por ahí, ¿no creéis?
Fuente: Healthcare IT News.
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Informática sanitaria, Opinión por Fran Sánchez