¿Son necesarias e importantes las humanidades?
La palabra Humanidades es tan ambigua y controvertida como la de Renacimiento, época en la que surge este movimiento denominado humanismo. En las discusiones actuales, la palabra Humanismo se usa ampliamente para indicar cierto énfasis en los valores humanos, ya sean valores religiosos o paganos, científicos o no científicos.
En el nivel de educación básica se hace gran énfasis en aprender y ejercer las matemáticas y las ciencias naturales pero, ¿dónde están quedando las humanidades? Existe una preocupación que desde hace años se está dando más valor a los conocimientos técnicos y se está pormenorizando las disciplinas ligadas al humanismo: arte, filosofía, historia, literatura, entre otras.
Una posible causa de ello es la tendencia que se está viviendo en los sistemas educativos al enfocar la enseñanza desde una mentalidad utilitarista, considerando la educación como un proceso para la profesionalización y quitando importancia a la formación individual de las personas, haciendo que se genere la gran pregunta: ¿son necesarias e importantes las humanidades?
Las humanidades son pilares fundamentales para brindar a niños y niñas herramientas para entender la complejidad de la sociedad que nos rodea. A veces estas dos ideas suelen estar peleadas o distanciadas pero olvidamos que ambas van de la mano y para progresar.
Las materias de humanidades son ideales para proporcionar a estudiantes de nivel básico, las herramientas que lo ayudarán a comprender la sociedad que los rodea. Sin embargo, la tecnología cada vez está más presente en las aulas, y no solo a nivel de dispositivos, sino también en la carga curricular, y este puede ser un factor o distractor que pueda opacar las humanidades.
El fortalecimiento de la enseñanza y el aprendizaje de este componente del conocimiento propician el pensamiento abstracto y la visión racional del mundo, basada en la formación de conceptos, lo que es esencial para el desarrollo de distintas habilidades. El fortalecimiento de los contenidos humanísticos, así como su equilibrio en todos los niveles educativos, es fundamental para la formación de una actitud reflexiva ante la vida y para que las personas desarrollen un compromiso serio con su aprendizaje.
La sociedad del siglo XXI requiere más que nunca de una cultura humanística y científica desde las etapas tempranas de la formación. Por ende, es necesario el diálogo y la interacción entre las humanidades y las ciencias sociales.
En este sentido las humanidades y las ciencias sociales son necesarios para asegurar el valor individual del conocimiento y sus aportaciones al bienestar social; lograr el pleno desarrollo de las sociedades y de los seres humanos; situar el conocimiento como un recurso para el crecimiento económico y el bienestar social y humano; constituirse en factor de movilidad social y para humanizar al mundo y al ser humano mismo, aportando soluciones a los problemas de la sobrevivencia en general.
En cuanto a las humanidades, estas juegan un papel primordial para la formación del alumno como un ser social instruido en la creación cultural y consciente de la situación geográfica e histórica de su sociedad, es decir, ubicado en el tiempo y el espacio.
Un aspecto fundamental en el que la enseñanza de las humanidades contribuye a la educación integral del estudiante es la elaboración de conceptos y pensamientos abstractos que son necesarios para el desarrollo de la visión humanística, y el despertar de intereses, así como de las vocaciones.
Es importante incluir contenidos de humanidades y ciencias sociales en las carreras científicas y tecnológicas, fortaleciendo los campos de la filosofía, la ética y los valores, los derechos y las responsabilidades de la ciudadanía. Estas áreas son estratégicas en cualquier plan de mediano y largo plazo de formación integral de los científicos, humanistas y tecnólogos.
En cuanto a la relación con la enseñanza de las ciencias en este nivel, se considera de gran importancia estimular la aparición de vocaciones en los jóvenes, que orienten el desarrollo de capacidades para favorecer su formación profesional en carreras de corte científico y técnico que les permitan contribuir a la construcción y el desarrollo de la sociedad, a través de un mejor entendimiento de las leyes que rigen la naturaleza y las alternativas para mantener una mejor interacción con el entorno.
En una sociedad como la nuestra, la enseñanza de las humanidades y que lo central para ellas no es el contenido, sino el modo como se enseña; porque la función central del profesor es dar el testimonio del saber y de la vida, que permitiría fomentar las pasiones intelectuales y el compromiso ciudadano, es decir, estimulará a que los demás realicen sus hallazgos propios. Sumado a esto creo que las humanidades nos permiten acceder a un nivel universalista del conocimiento, nos abren los horizontes del saber y de un saber que se constituye en algo fundamentalmente dialógico; Savater mencionaba que «la educación humanista consiste ante todo en fomentar e ilustrar el uso de la razón, esa capacidad que observa, abstrae, deduce, argumenta y concluye lógicamente».
El ejercicio pedagógico de las humanidades permite discutir, contradecir, y argumentar adecuadamente, justificando lo que decimos; pero para ello es imprescindible aprender a escuchar a los otros.
Chica gris.