Las personas somos inmunes a toda clase de infecciones, bien sea porque hemos padecido una enfermedad (la mayoría de nosotros somos inmunes a la varicela, por ejemplo, porque la tuvimos cuando niños lo que hizo que nuestro sistema inmunológico creara anticuerpos al virus) o porque hemos sido vacunados (es decir, nos dieron una porción de algo que ocasiona que nuestro cuerpo desarrolle anticuerpos).
La rubéola es un típico ejemplo. Su médico realiza un chequeo para saber si usted es inmune a la rubéola (también conocida como sarampión alemán) extrayendo una muestra de sangre y viendo si contiene anticuerpos contra el virus de esta enfermedad. (Los anticuerpos son los agentes del sistema inmunológico que la protegen a usted de las infecciones). Si usted no es inmune a la rubéola, es probable que el médico le recomiende vacunarse al menos tres meses antes de quedar embarazada. Si sale embarazada antes de que hayan transcurrido los tres meses, probablemente no sea un problema.
No se han reportado casos de bebés que hayan nacido con problemas debido a que la madre fue vacunada contra la rubéola al comienzo del embarazo. Muchas vacunas, incluso la vacuna contra la gripe, son seguras aún durante el embarazo.