La importancia de llamarse Ernesto

Constituye la pieza más brillante de Oscar Wilde. De ritmo vertiginoso y parlamentos agudos, la obra aparenta ser una comedia de enredos y costumbres pero deja entrever, como es típico en el dramaturgo irlandés, un trasfondo dramético.

Impresión:

Primero: No he encontrado una maldita sinopsis en condiciones. Podría escribirla yo pero me conozco y sé que acabaría liándome y contando el libro entero y eso no está bien :p

Segundo: Para apreciar la obra en condiciones hay que saber que su título en inglés es un juego de palabras homófonas intraducibles al castellano, por eso también conviene saber su significado. Si le preguntáis al colega Google os dará todas las respuestas.

Para esta tarde tenía pensado meterme de lleno en una historia que tiene pinta de ser durilla pero al enterarme de que he sido la ganadora (wiiiii

sigo sin creérmelo, parezco una cría de 4 años) del sorteo que organizaron en Detrás del Conejo Blanco, mi estado de ánimo mejoró y preferí mantenerlo todo el tiempo posible. Necesitaba una lectura neutra. Y después de revisar mis libros pendientes decidí que ya iba siendo hora de leer «La importancia de llamarse Ernesto».

Si no lo he leído antes ha sido, básicamente, por una razón: respeto. El teatro me gusta pero nunca lo he leído y no estaba segura de si me iba a costar leerlo o de si me iba a aburrir y/o a parecer un coñazo. Y no por la historia, de la cual apenas sabía nada, sino por el simple hecho de ser una obra de teatro escrita. Me podéis pegar, sí.

La historia me ha parecido muy divertida (quería algo neutro pero no me quejaré si ha resultado alegre) . Los típicos personajes burgueses de la época en situaciones cómicas. Personajes que desprenden sarcasmo e ingenio a partes iguales. Al leer las primeras páginas dudé si había acertado con la lectura, pues pensaba que me iba a resultar una historia pesada. Nada más lejos de la realidad. Ha sido muy entretenida y la he leído en un pis-pas. Tenía ganas de saber qué iba a pasar cada vez que se descubría algo. Aunque es una obra muy conocida y muchos la habréis leído, prefiero no entrar en detalles. Es tan corta que me da miedo que el mínimo comentario desvele lo mejor. Sólo diré que Cecily me dio bastante miedito, una tarada en toda regla.

Al ser corta y ofrecernos unas cuantas risas, me parece una buena historia para adentrarse en el mundo de las obras de teatro escritas. De verdad, si alguien no lo ha leído todavía por el mismo motivo que el mío, que aparque el miedo y le dé una oportunidad.

Puntuación: 9/10

Archivado en: opinión Tagged: 2015, la importancia de llamarse ernesto, libros, oscar wilde, teatro