Uno de los debates que se ha reabierto en los últimos tiempos es el de la importancia de los idiomas en la educación. Llevamos muchos años oyendo que resulta casi imprescindible un segundo idioma, pero lamentablemente todavía queda mucho por avanzar en este ámbito.
Qué idiomas son los más importantes
Se calcula que en el mundo se hablan alrededor de 7.000 idiomas, de los cuales aproximadamente un tercio corresponden al continente asiático, el que más variedad muestra. Sólo en Papúa Nueva Guinea, un pequeño país de Oceanía con menos de ocho millones de habitantes, se hablan más de 800 lenguas diferentes. En Asia se encuentra también el más hablado del mundo, el chino mandarín, con más de 1.000 millones de personas. A continuación, se encuentran el español, con más de 400 millones y el inglés, que se acerca también a esa cifra, seguidos del hindi y el árabe, con más de 300, y el francés y el portugués, que superan los 200.
Estas cifras cambian notablemente si se consideran no sólo los hablantes nativos, sino también aquéllos que tienen el idioma como segunda lengua o que poseen un dominio suficiente del mismo para manejarse con él, ya que, en este caso, el inglés pasa a ser el "idioma universal", que permitiría comunicarse con aproximadamente 1.500 millones de personas en todo el mundo. En el caso del español, si incluimos a aquellos que lo dominan o que tienen cierta competencia sobre él, nos acercaríamos a los 600 millones de personas (hay que reseñar, en este sentido, que la pujanza de los latinos en Estados Unidos está propiciando el despegue del idioma en este país).
La formación, el activo más importante
Hemos hablado repetidamente de la importancia de la formación. Debemos ser conscientes de que es algo que nos atañe a todos. Países como Finlandia llevan años implantando un sistema educativo que desarrolla las capacidades de los alumnos, que no se limitan simplemente a memorizar textos, sino que aprenden a utilizar los conocimientos y a resolver problemas.
En este sentido, sería deseable una reforma educativa en la que, de una vez por todas, se pongan de acuerdo las distintas formaciones políticas, para establecer un sistema que perdure en el tiempo, y no se cambie elección tras elección. El sistema actual está basado en el que se creó en el siglo XIX, con la industrialización, y no está orientado hacia el siglo XXI, con los trabajadores del conocimiento.
Los niños son más creativos que los adultos, pero la escuela no fomenta la creatividad. Cuando somos pequeños intentamos, arriesgamos, no tenemos miedo a equivocarnos. Por el contrario, cuando nos hacemos mayores tenemos miedo a equivocarnos, no arriesgamos... Así funciona la educación y así funcionan las empresas. El cambio de modelo es complicado, pero es indispensable para progresar.
Por qué son importantes los idiomas
Si la formación en general es una cuestión primordial, los idiomas son una parte fundamental de la misma. La globalización avanza imparable, la crisis ha propiciado la búsqueda de otros mercados y, por tanto, el incremento de los intercambios comerciales con otros países. Y en este contexto, se hace imprescindible manejar, al menos, otro idioma. Y, además, aprender otras lenguas nos ayuda a conocer otras culturas y amplía nuestros horizontes.
Hoy en día contamos con muchas opciones para recibir unas clases de inglés: academias especializadas a las cuales acudir de manera presencial, charlas online con personas nativas, apps para el móvil que nos permiten practicar en cualquier momento y lugar, etcétera. Esta variedad de opciones nos ayuda en las dos cuestiones fundamentales: no sólo a aprender un segundo idioma, sino también a refrescarlo, a mantenerlo vivo. Porque la mejor manera de hablar otra lengua es... hablarla.
¿Y TÚ, QUÉ OPINAS?Pablo Rodríguez es economista.
¿TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO? Suscríbete, y recibirás a partir de ahora los mejores contenidos sobre economía, gestión empresarial y finanzas personales en tu correo electrónico.