Revista Religión
Leer | SALMO 78.1-7 | ¿Qué es un testimonio? Algunos creyentes creen que es simplemente una breve explicación de la manera como Dios ha obrado en sus vidas. Aunque eso puede ser verdad, nuestro testimonio es mucho más que una corta historia.
Un aspecto importante de nuestro testimonio es nuestro carácter, que debe incluir un espíritu de obediencia. ¿Seguimos algunas veces los preceptos de Dios, pero lo ignoramos a Él el resto del tiempo? Un espíritu obediente sigue su dirección, pase lo que pase. A veces, nuestras acciones pueden mostrar una obediencia externa, pero nadie, excepto Dios, sabe lo que hay dentro de nuestro corazón. El Señor ve nuestro verdadero carácter, y éste debe corresponder con el testimonio que damos para gloria de Él.
Si lo que decimos está en conflicto con nuestra conducta, entonces empañamos nuestro testimonio. La manera en que actuamos debe confirmar lo que somos en Cristo.
Por último, una tercera parte de nuestro testimonio son nuestras palabras. Como dice el Salmo 107.2: “Díganlo los redimidos de Jehová”. Esto nos da la oportunidad de decir a otros lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. Nuestras palabras pueden ser importantes para un no creyente que duda de la existencia de Dios o de la divinidad de Cristo.
Cuando nuestro carácter, conducta y palabras no se corresponden con quienes somos en Cristo, ponemos obstáculos a nuestra capacidad de alcanzar a otros con el evangelio. Un testimonio puede marcar la diferencia entre la duda y la fe en la vida de un no creyente. ¿Qué tan auténtico es su testimonio personal?
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