Me he dado cuenta de que un tema muy recurrente en mis entradas es el de la felicidad. Lo cual me llena de satisfacción porque es un reflejo de mi estado actual, es decir, feliz. Sinceramente, hubiese sido una total y absoluta llamada de atención si al hacer una lectura rápida de mis últimos posts descubro que reina la tristeza, la queja o cualquier otro signo negativo en ellos.
Pues bien, siguiendo con mi tema favorito, y sin ánimos de aburrir, todo lo contrario, compartir y fomentar felicidad es mi intención, me he encontrado con este vídeo elaborado con reflexiones de madres blogueras, entre otros, desde "Fans de la Maternidad":
Después de ver el vídeo me he puesto a pensar en cuándo es realmente feliz mi peque, y la verdad, la respuesta no la tuve que pensar mucho. Mi peque es feliz cuando está con papá y mamá. No hay juguete que reemplace eso. Y con esos pilares, si además añadimos a los abuelos, los tíos, los amigos, etc., entonces ya la felicidad adquiere niveles imposibles de numerar.
Cuánta razón tiene ese proverbio africano que da entrada al vídeo: "Para criar a un niño hace falta la tribu entera". En nuestro caso es así, cada miembro de la familia le aporta algo, un pedacito distinto de felicidad digamos, pero felicidad al fin y al cabo, y eso forma parte de su crianza y su educación. Lo completa.
Personalmente, he tenido la suerte de pertenecer a una "tribu" que me ha "completado" (y me sigue completando porque éste proceso nunca acaba), al menos así lo considero yo. Entre otras muchas cosas, me han brindado la oportunidad de viajar y poder constatar de primerísima mano que el ser humano es feliz con lo poco que pueda tener. He visto niños jugando, felices, en parajes áridos e inhóspitos donde las dificultades son muchas y yo misma me he asombrado de la simplicidad del asunto. De lo poco que se necesita para tener pedacitos de felicidad que te completen; amigos, padres, familia, amor...
Somos nosotros los que llegamos a esos países y nos preguntamos cómo pueden ser felices sin ésta o aquélla cosa material. Y es que ¿cómo se va a extrañar lo que no se ha tenido?, muchos no tienen ni un atisbo de lo que puedan estar "perdiéndose" y no son menos felices por ello.
Al margen de la enorme cantidad de carencias que puedan tener estos países, cada núcleo, cada "tribu", mantiene su esencia, se adapta, se completa y es feliz. Por otro lado, el concepto de felicidad y de "estar completo" tiene tantas variantes como personas somos. No todos valoramos lo mismo de la misma manera y cosas que a unos le producen felicidad a otros no, pero creo seriamente en que el apoyo en unos pilares básicos (tribu) son fundamentales para alcanzar la felicidad.