Dos estrenos de cine actuales dan protagonismo al agua en el argumento central de su trama: ‘Black Panther: Wakanda Forever ‘ y ‘La chica salvaje ‘. Tienen poco que ver la una con la otra, salvo por ese detalle.
Wakanda es una continuación de la primera Black Panther. En este caso, un nuevo poder emerge por parte de una civilización acuática secreta. Este grupo de seres azules se dedica a aplacar a los humanos que crean en la superficie terrestre maquinaria para la búsqueda de vibranium, un mineral muy poderoso.
Los seres azules, además, cabalgan sobre orcas y ballenas, por lo que los animales también tienen cabida dentro de la historia.
Gran parte de la película transcurre bajo el agua y la protagonista es la hermana del original Black Panther, junto a su madre y una estudiante del MIT. Antes de verla, repasé las notas en Filmaffinity y entré con ciertas reservas. Pero a mí me ha gustado: es dinámica (cambia mucho de emplazamientos), tiene diálogo continuamente y efectos especiales impactantes. Bastante Marvel.
‘ La chica salvaje’ hace referencia a la vida de una joven que desde niña vive cerca de unas marismas y cuyas difíciles circunstancias familiares la embarcan en un viaje particular. El agua es testigo de todo lo que le va ocurriendo. Ella, por otra parte, se convierte de adulta en ilustradora y escritora de un libro sobre flora y fauna. La naturaleza hace de esta película un prodigio en fotografía.
Las dos son recomendables, distintas en el género, pero comparten el protagonismo que le otorgan al agua.
El agua cubre aproximadamente un 70% de la superficie terrestre y contribuye esencialmente a la vida de las personas, los animales y las plantas. Las últimas, mediante la fotosíntesis, y gracias a la luz, el agua y las sales minerales, transforman el dióxido de carbono en oxígeno que emiten a la atmósfera.
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