El e-mail es una de las causas de problemas en la productividad personal. ¿Cuántas veces has recibido un mensaje con un asunto que no dice nada sobre su contenido? No sería mejor si al leer el asunto ya sabes de qué va el mensaje?
Mira por ejemplo estos asuntos:
- Taller
- Acción
- Ayuda
- Hola
- Urgente
- Díptico nuevo producto
Compara estos asuntos con los siguientes:
- Inscripción para taller de productividad personal
- Puntos de acción para la reunión de febrero 18
- Pregunta: ¿sabes cómo puedo contactar con el gerente de la empresa?
- Estoy interesado en los productos de tu empresa
- Urgente: necesito hoy tu texto para la revista
- ¿Puedes verificar el primer borrador del díptico para el nuevo producto?
La información en la primera lista no te sirve mucha. Estos e-mails pueden ser de todo. Además es posible que recibes varios mensajes con el mismo asunto pero que tratan de cosas completamente distintos.
Al abrir un correo con un asunto de la segunda lista sabes de antemano de qué va el mensaje. Estos asuntos también te ayudan a identificar los mensajes más importantes y urgentes si no tienes tiempo para procesar todos los e-mails.
Si todos somos conscientes de la importancia de un buen asunto del mensaje y si tomamos el tiempo para escribir un mejor asunto ganamos todos tiempo. Un buen asunto es claro y concreto. Un buen asunto comunica qué esperes que hace el destinatario y cuál es el plazo para hacerlo.
Consejo: Si respondes a un mensaje sin asunto claro puedes cambiar el asunto. Si luego vuelves a recibir una respuesta sabrás de qué va el mensaje. Y al final del mensaje puedes añadir un enlace a este artículo.