El calostro es un líquido que se segrega por parte de las glándulas mamarias durante el embarazo y los primeros días del parto. Es la primera leche que se produce y tiene una duración entre 2 y 5 días antes de que se de la leche definitiva.
El organismo se está preparando para poder alimentar al más pequeño antes de que nazca, produciéndose cambios en los pechos a partir de la 16 semana del embarazo. La leche reconduce por los alvéolos mamarios hasta la altura de la areola en los senos galactóforos en los que se almacena una pequeña cantidad de leche.
Es un alimento importante, ideal y completo para el bebé en sus primeros días, ya que cubre las necesidades alimentarias de los más pequeños además de ser el primer contacto con la inmunización del bebé. Es mucho más densa y pegajosa que la leche que vendrá después, el alimento perfecto para el bebé.
Cuenta con una composición de vitaminas A, E, carotenoides, proteínas, minerales, potasio, sodio, carbohidratos, lactosa y grasa, además de anticuerpos que protegen al bebé. Aunque algunas madres piensen que el bebé no saca nada de su pecho, lo cierto es que es un buen alimento que protege al bebé y fácil de digerir. Estimula además la primera deposición del bebé, el meconio.
Se debe alimentar al bebé cuando lo pida y lo necesite, aunque existen unos tiempos medios, ya que el bebé es quien más sabe cuando desea alimentarse. Los primeros dos días requerirá poco calostro, por lo que la madre producirá lo que necesita para alimentarse adecuadamente.
Es muy importante dar el calostro a los bebés prematuros, ya que los protegen mucho más de las infecciones, y teniendo en cuenta que estos bebés requieren más cuidado y protecciones es algo muy importante a tener en cuenta.
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