El cobre es un mineral que se encuentra en los tejidos animales y vegetales, y además es un mineral muy importante en el embarazo, ya que, en una época en que la cantidad de sangre se duplica, interviene en la formación de los glóbulos rojos en una época en que se necesita más que nunca. Lleva a cabo las funciones metabólicas del cuerpo y colabora en el desarrollo del feto.
Además, el cobre tiene un papel importante en la regeneración de tejidos, desarrollo de corazón y arterias además de esqueleto y sistema nervioso del bebé, además de la salud capilar. El cobre es muy importante para el desarrollo y función cerebral de los niños recién nacido, y así lo han demostrado estudios que indican que el consumo moderado de cobre en el embarazo es imprescindible tanto para desarrollo de feto como evolución del niño en sus primeros meses, especialmente produciéndose en los primeros 3 meses del embarazo.
Se recomienda una dosis de 2 mg al día de cobre, que se puede encontrar en ostras, hígado, nueces, arroz integral, legumbres y espinacas, entre otros alimentos. Con una dieta adecuada y equilibrada se puede conseguir la cantidad de cobre que se necesita sin suplementos. El déficit de cobre se relaciona con la anemia y también con mayores probabilidades de infarto.
Por todos los beneficios que aporte, una dosis diaria recomendada de cobre al día es importante en las embarazadas, principalmente en los primeros meses, y se puede encontrar en alimentos que se pueden consumir todos los días, incluso en el propio chocolate, del que no conviene abusar. En caso de que no se consuma la dosis adecuada o no sea suficiente, se pueden utilizar complementos vitamínicos prenatales.
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