Revista En Femenino

La importancia del instinto maternal

Por Mamadverdad
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Este es un post escrito por Marta colaboradora con Mamá de verdad. Puedes seguir todos sus artículos en su blog PEQUEfelicidad, seguirla por Facebook y por Twitter para no perderte nada de todas y cada una de sus interesantes publicaciones. Gracias Marta por ayudar a que este blog mantenga el ritmo en sus publicaciones. 
La importancia del instinto maternal

Soy de las personas que creen que cada ser humano es un ser único e irrepetible. Todos tenemos nuestras grandezas y nuestras flaquezas, preferencias, gustos, peculiaridades....
Si todos fuésemos iguales el mundo sería muy aburrido, y supongo que esa es la genialidad del ser humano.
Por eso, cuando fui madre y entré de lleno en el mundo de los bebés, me sentí abrumada por la cantidad de ideas preconcebidas de lo que se debe o no se debe hacer para cuidar "correctamente" al bebé.
No sólo eso, también descubrí que había hasta corrientes de pensamiento e incluso fanatismo por ciertos pediatras, que eran la cabeza visible de ciertas ideologías de formas de concebir la crianza.  Puedes ser de Estivill o de Carlos Gonzalez. Era como decidir si iba a ser del Barça o del Madrid, de derechas o de izquierdas. Ese tipo de decisiones que marcan nuestro pensamiento, nuestras preferencias y nuestra esencia de por vida.
Hablar con una mamá pro-apego (De Carlos Gonzalez) de que has dado un bibe o has acostado a tu peque en otra habitación para ver si descansaba mejor era como firmar para que te pusiesen dos velas negras. Te convertirías en la peor madre del mundo mundial y serías juzgada en el tribunal de las madres que quieren a sus hijos y les tienen apego. De igual manera si hablaba con alguien pro-Estivill de que  mi peque y yo dormíamos juntos (o lo que es lo mismo pero con un término más de moda "colechabamos") me juzgarían en el tribunal de las mamás que no malcrían a sus hijos ni son unas blandengues.
¿Por qué se genera tanta polémica con estos temas? Es algo que no logro entender.
Mi humilde opinión es que cada bebé es único e irrepetible y no hay nadie mejor que su mamá para saber que es lo que necesita en cada momento. Lo que a un bebé le calma tal vez a otro le irrite, no salimos de una cadena de producción en serie, cada ser humano es diferente. Por eso creo en una crianza con sentido común, donde la madre siga su instinto por encima de cualquier ideología,  de cualquier consejo que venga de fuera...
Del mismo modo, cada familia tiene unas circunstancias, una historia, que nadie más que la propia familia conoce al 100%, por eso, entrar a aconsejar, a valorar, a juzgar me parece aventurarse demasiado.
Sobre todo, durante los primeros meses de mi pequeño recibí un bombardeo de "consejos" que más bien eran  "ordenes subliminales" del entorno, que me sugerían cómo cuidar a mi hijo:
A ver si os suenan:
No le cojas así que le haces daño en la cabeza
Dale un bibe que se está quedando con hambre
Dámelo a mí que le cojo y ya verás cómo le calmo
Para que erupte lo mejor es... (termínese la frase de mil maneras)
Si no quiere comer es porque...
Para domirle lo mejor es...
 
Bueno podría seguir poniendo frases que cada abuela, conocida, amiga que ya es madre, suegra, etc etc....nos sugiere, seguramente con la mejor intención, pero equivocadamente.
Cuantos más consejos le des a una madre sobre la manera de cuidar y criar a su hijo más vas a contribuir a desvirtuar su instinto como madre
Todos estos consejos me hicieron dudar en su día, me crearon inseguridades como madre, me hicieron incluso sentir mal cuando no hacía caso, y es que la crianza se convierte a veces en una carrera de obstáculos. Me estoy imaginando al atleta que va saltando cada obstáculo con esfuerzo y al final llega alguno con el que tropieza, tras el cansancio.
Lo mismo nos pasa a nosotras después de oír tantos consejos y opiniones, al final a veces acabamos tropezando y haciendo caso.
Cuando sigo mi instinto como madre, y tomo las decisiones con el corazón, no me puedo equivocar y lo sé. Cuando he hecho casos de consejos externos al final he acabado sintiéndome mal, porque en el fondo supongo que estaban en contra de mi instinto maternal.
Si una decisión relacionada con la crianza de tu hijo te hace sentir mal tal vez no sea la correcta.
Por eso creo que en esto de la crianza no hay una verdad absoluta. Todas las opciones en las que prime el amor por el pequeño y su bienestar son correcta. Solo hay que:

Seguir nuestro instinto como madres.


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