"Uno de los Periodos Sensitivos más importantes y más misteriosos es el que hace al niño sensible al orden"
Así comienza la Dra María Montessori su Capítulo 8 dedicado al Orden en su libro El Niño el Secreto de la Infancia.
Este Periodo Sensible comienza a manifestarse hacia el final del primer año y normalmente se mantiene hasta el final del segundo añito.
Es difícil comprender como El Orden se vuelve tan importante y perturbador para nuestros pequeños cuando además para muchos adultos los niños de estas edades son el caos y el desorden personificados.
La Dra Montessori explica como la falta de este conocimiento por parte del adulto muchas veces lleva al niño al llanto desesperado producido por la incomprensión que le acompaña y por la dificultad de adaptación con el propio entorno que cambia de morfología a su alrededor sin consultarle ni observar sus intereses y necesidades.
"En el alma del pequeño hay profundos secretos, todavía desconocidos para el adulto que está con él. Pero bastará solamente advertir la existencia de estas necesidades ocultas, para que el adulto preste la más extremada atención y pueda observar estos sentimientos específicos del alma del niño que se manifiestan"
Esta afirmación de la Dra Montessori contiene la clave de la respuesta que todas la familias buscamos cuando nos encontramos ante un niño que sufre rabietas, cambios de humor inexplicables o pasa de ser un pequeño angelical y adorable a ser el demoniete más enloquecido jamás visto!!
La clave es descubrir, identificar y respetar la Calma en el Alma de nuestros pequeños y eso se consigue conociendo al niño, respetándolo y atendiendo y respondiendo a sus intereses y no a lo que consideramos que son sus intereses desde el punto de vista del adulto.
El niño pequeño necesita orden externo, necesita rutina y un ambiente preparado que no se modifique constantemente.
Pongamos como ejemplo el caso de una niña de 5 meses de edad que paseaba en su carrito. Siempre hacía el mismo trayecto por el parque con su madre, pero un día la mamá modificó el camino ya que tenía que ir a realizar un encargo y la pequeña bebé comenzó a agitarse en su carrito manifestando que se daba cuenta de aquel hecho y que le incomodaba. Con tan solo 5 meses de edad!!
Este ejemplo me lleva a aclarar que nuestro cerebro se guía por formas geométricas, dimensiones, análisis de lineas, etc. Crea un cuadro visual de cada estancia o lugar que el niño visita como medio de reconocimiento y lo memoriza. La capacidad a estas edades es absolutamente increíble, después, de adultos, esta capacidad disminuye en algunos más que en otros ya que no se vuelve tan necesaria. En estas primeras edades está ligada a la necesidad innata del ser humano de adaptarse lo más rápido posible a su entorno.
Mi principal recomendación es que el entorno del niño esté siempre ordenado, que los objetos estén siempre en el mismo sitio, desde el mando de la TV hasta la colocación de los cojines del sofá. No sería raro encontrarnos a nuestro pequeño que apenas sabe andar colocando los cojines del sofá en el orden habitual.
Si mantenemos estos detalles en Orden tendremos gran parte del trabajo realizado y nuestro pequeño disfrutará de su calma en su pequeño interior.
Hemos hablado del orden externo, pero qué es el Orden Interno también destacado en el libro de María Montessori.
El Orden Interno
Se trata de la memoria muscular y el hecho de ser conscientes de que para coger un objeto debo realizar una serie de movimientos internos relacionado con la musculatura, las posiciones, la orientación espacial, etc.
Es otro factor relacionado con el Orden expuesto por la Dra Montessori realmente importante y vinculado a la experimentación y el movimiento libre que necesita nuestro cuerpo para ejercitar, músculos, nervios y activar la memoria muscular.
Si conocéis un poco el Método Montessori sabréis que una de sus características es el manejo tan especial de sus materiales mediante una serie de movimientos estudiados, consecutivos, que prestan especial atención al ritmo y posición de los movimientos, especialmente de las manos.
Desde enrollar y desenrollar una alfombra, verter un sólido o un líquido, realizar un trasvase o transportar un material. Todos los movimientos tienen su importancia para favorecer el Orden Interno en el niño y deben ejecutarse de forma correcta aunque a veces nos parezca extraño.
Resumiendo, podemos decir que el Orden Externo se refiere a las relaciones del niño con el ambiente y el Orden Interno se establece con las relaciones entre el movimiento del cuerpo y sus intenciones. ambos igual de importantes para el desarrollo de nuestros niños.
Como veis es realmente interesante este Periodo Sensible y os animo a que lo tengáis presente en la vida de vuestro pequeño para conseguir esa calma en su Alma que le hará aprender y disfrutar de su aprendizaje.
Espero que os haya gustado este pequeño análisis sobre El Orden Externo e Interno bajo el prisma Montessoriano y solo me queda deciros que quedo a vuestra disposición para cualquier consulta al respecto y os animo a apuntados a mis cursos presenciales en diferentes puntos de la Península y On-line a través de la Escuela Babytribu para seguir descubriendo las maravillosas curiosidades del Método Montessori.