Decidí dedicarme a escribir artículos relacionados con el tema del significado de nuestros nombres, por varias razones que a continuación enumero. Primero, porque en mi carrera como escritor, estos cobran un significado muy importante. No solo basta con definir el perfil psicológico de los personajes y/o la forma de actuar dentro de una trama, sino que el nombre propio de los personajes, definen un poco sus rasgos. Para ello recurro mucho a un libro que se titula “Dime cómo te llamas y te diré quién eres”.
Otra razón por la que he decidido escribir esta serie de artículos bajo la temática del significado de los nombres es porque varias amistades se han visto envueltas en ese importante y gran dilema respecto a qué nombre ponerle al futuro bebé e hijo. Y una tercera razón es porque mi curiosidad histórica, que es parte de mi quehacer profesional quiere, compartir lo que encuentra bajo esa perspectiva histórica lo que encierra los nombres.
Esa será una de las líneas editoriales, por así decirlo, respecto a la naturaleza de este tipo de artículos: que se conozca la historia que hay detrás de los nombres en particular. Por ejemplo, saber qué personaje de la historia se llama igual que uno mismo. Es decir, no solo se centrarán los artículos en el mero significado. Trataré de ir más allá.
Partamos en este primer artículo sobre la idea de entender por qué para las familias es muy importante definir cómo se va a llamar el nuevo integrante. Cuando llega a conocer finalmente el sexo del futuro bebé, se logra el primer filtro. Ya saben los padres que el hijo llevará, un nombre de mujer o un nombre de hombre. Hasta aquí, el camino por definir el nombre es sencillo. Lo complicado o complejo viene después.
¿Por qué cuesta tanto decidir el nombre del niño? Sobre este tema en particular existen varias razones de que esto suceda. Es increíble darse cuenta cómo muchos padres de familia tardan demasiado tiempo y a base de discusiones, definir y decidirse por uno o varios nombres. Entre las razones más comunes está el de: tener en la mente que la decisión es para toda la vida, muchos padres tienen la creencia (y hasta cierto punto es verdad); que el nombre define la personalidad del nuevo miembro, y por último y la más práctica, cuesta trabajo ponerse de acuerdo como pareja.