La imposibilidad de amar

Actualmente se puede observar un gran egoísmo por parte del ser humano, incluso en aquellos que se dicen cristianos, incluso en aquellos que han consagrado su vida a Dios, a veces te sorprende encontrar un gran egoísmo. El hombre no encuentra ayuda ni siquiera en aquellos que, en principio, dedican su vida al servicio de los demás.Es posible que el sufrimiento nos lleve a replegarnos en nosotros mismos y nos volvamos egoístas a la vez que dejemos de ejercer el amor al prójimo, porque hemos recibido tanto egoísmo de los demás, tanta ingratitud y ofensas que puede que sintamos tanto cansancio que nos aislemos y hasta cierto punto es comprensible.Lo que ocurre es que esto nos hace daño porque nosotros no somos así. Queremos hacer el bien pero la respuesta que encontramos por parte de los demás es mal, mal, y mal.Esto es lo que le ocurría a Jesús. Y es imposible soportarlo si no es con la ayuda de Dios.Es posible que hayamos llegado a un grado de aborrecimiento al género humano que nos sintamos confusos y sin saber que hacer.Yo creo que la única solución es abrir los brazos de par en par en vez de cerrarlos en actitud de defensa y esto solo es posible si nos abrimos a la trascendencia y dejamos que Dios viva en nosotros. Solo con la fuerza que él nos da podemos abrirnos al dolor y dejar de ser egoístas.El egoísmo que produce el sufrimiento es muy peligroso porque lo justificamos como una defensa. Lo que tendremos que hacer es fortalecernos para que las ofensas de los demás no nos causen tanto daño.