El peligro de la imposición del pensamiento único y absolutista se puede ver en muchísimos ejemplos cotidianos, y ahora lo contamos en la historia del cantante de tango, bandoneonista, compositor y director de cine rosarino Leonel Capitano. El primer signo de autoritarismo es negarle a otras y otros la posibilidad de hacer política, siendo ésta la actividad social por excelencia; esa que nos permite hacernos presentes. Entre la discriminación y la búsqueda de la "normalidad" disciplinadora, cada vez es más normal que se fuerce a una uniformidad de pensamientos, estética, modelos, mientas los prejuicios se transforman en una de las formas más efectivas de castigar, quitándole el carácter normal a una persona, conducta o pensamiento, haciendo que lo aceptado y lo prohibido vayan en dirección opuesta a lo que normalmente se conoce como democracia. Prejuicios tales como el pensamiento polarizado, lineal, completamente falto de crítica termine en una caza de brujas contra la libre opinión individual (y los mismos comentarios de algunos visitantes de nuestro blog dan cuenta de ello). Aquí vamos con un ejemplo de cuando el autoritarismo es la normativa, algo que empieza individualmente pero que termina con discursos y actos de odio y violencia contra grupos, minorías y comunidades enteras, solo por no acatar la normativa imperante.
Antes de exponer la carta abierta del artista y músico Leonel Capitano quisiera revisar algunos conceptos, para no dar muchas vueltas cito al señor Wikipedia:
El concepto de "pensamiento único" fue descrito por primera vez por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, en 1819, como aquel pensamiento que se sostiene a sí mismo, de modo que constituye una unidad lógica independiente —por más amplio y complejo que sea— sin tener que hacer referencia a otras componentes de un sistema de pensamiento. En 1964, el filósofo Herbert Marcuse, freudomarxista y miembro de la corriente crítica conocida como "escuela de Frankfurt", describió un concepto similar que denominó "pensamiento unidimensional" (one-dimensional thinking), en el contexto de la crítica de la ideología de la sociedad tecnológica avanzada. Para Marcuse, este tipo de pensamiento resulta del "cierre del universo del discurso" que imponen la clase política dominante y los medios suministradores de información de masas.
Wikipedia
El avance de la llamada “cultura de la cancelación” hace que todos nos cuidemos cada vez más de lo que decimos, publicamos o reproducimos por temor a ser estigmatizados o boicoteados por los modernos inquisidores que se han instalado como los jueces de la moral; por eso, de modo consciente o inconsciente, nos vamos integrando mansamente dentro del rebaño del pensamiento único, entendiendo por él no el delineado por Ramonet en su conocido decálogo sino, e independientemente de posiciones de izquierda o derecha, la conducta de aquellos que tratan como enemigo de la humanidad a todo aquel que piense en forma diferente a la que ellos sostienen.
Ahora sí les trascribo el texto que se difundió por los medios de comunicación de AMIBA y que se difundió por las redes, a continuación, una historia cada vez más común y que se repite en distintos ámbitos.Censura y persecución - Carta abierta a la comunidad rosarina
Quiero compartir con la comunidad artística rosarina, con las trabajadoras y trabajadores de medios de comunicación de Rosario y con el público en general, una serie de hechos que a mi criterio constituyen una violación flagrante del derecho a la información y me animaría a decir, ya a esta altura, una persecución despiadada contra mi persona por parte de algunos medios de comunicación pertenecientes al grupo Televisión Litoral. Muchos están a sabiendas de la censura que los medios pertenecientes a este grupo ejercen contra mi producción artística, principalmente a partir de aquella intervención en el programa "Antes de Salir" emitido por canal 3 de Rosario, en la cual a través de una canción con notorios cambios en su letra original expuse la corrupción del entonces presidente Mauricio Macri y su implicancia en negociados vinculados a paraísos fiscales y cuentas offshore. Desde entonces y salvo honrosas excepciones, nada de lo que he producido ha sido difundido en ninguno de los medios del grupo y se ha impedido, como pude corroborar a través de testimonios de los mismos trabajadores de esos medios a hacer siquiera referencia a mis presentaciones.El pasado 8 de abril se presentó en el teatro Lavarden el último disco de la orquesta de Carlos Quilici, formación que integro en el rol de cantor, teniendo el privilegio de grabar 5 temas en dicho material. Enorme fue mi indignación al enterarme a través de Carlos que le fue negada a la orquesta la difusión del evento en algunos de estos medios, según argumentaron, por el hecho de pertenecer yo a la agrupación. Esta situación representa ya no solo un acto de censura, la cual viene siendo una constante desde hace casi 6 años, si no que ya se constituye en una persecución personal con el objetivo de lesionar a mi entorno y afectar no solo mi circuito laboral, sino también y principalmente perjudicar a otras trabajadoras y trabajadores que nada tienen que ver con las decisiones y las expresiones políticas que quien les habla pudo haber manifestado a través del arte.No sería correcto que yo citara nombres y apellidos de aquellos trabajadores de los medios que me han hecho saber los condicionamientos e impedimentos que han tenido cada vez que pretendieron difundirme o de aquellos que por ejemplo habiendo pactado una nota con mi eventual agente de prensa la han cancelado a último momento, incluso habiendo yo realizado notas grabadas y filmadas fueron más de una vez cajoneadas, atentando también contra el derecho de expresión de los periodistas que las realizaron.Afortunadamente, cuento con el total respaldo y apoyo de mi amigo Carlos Quilici y de las compañeras y compañeros de la orquesta, quienes han sido notoriamente perjudicados por la situación descripta, pero creo sin embargo que más allá de nombres propios esta es una problemática digna de ser visibilizada y denunciada.Estos poderes fácticos corren con la ventaja de poder oscurecer no solo la tarea de los artistas sino también de los trabajadores de esos medios. No expongo esta situación con el fin de victimizarme ni obtener ningún rédito. Desde un primer momento tuve la certeza de que lo que expresaba iba a afectar la difusión de mi trabajo y asumo esta censura casi como un privilegio y un honor, pero esta lógica perversa se vuelve insostenible cuando afecta a terceros, como es el caso de la orquesta. Exhorto a la comunidad artística rosarina a unirse contra este orden nefasto que tarde o temprano afectará de una u otra manera a todas y todos. Pido a los comunicadores y trabajadores de medios que no permitan condicionamientos y desde ya quedo a disposición de todas y todos los que quieran conocer detalles pormenorizados acerca de este historial de censura.Mis más cordiales saludos. Leonel Capitano Facebook