La imputación de Chaves y Griñan consagran a España como uno de los países mas corruptos del mundo y con la clase política más desvergonzada y antidemócrata. Nada menos que dos ex presidentes de la autonomía más poblada del país. El PSOE, el partido político donde esos presuntos delincuentes ocuparon las más altas responsabilidades, también queda señalado como campeón en corrupción, mientras la comunidad andaluza destaca en toda Europa como región atrasada, corrupta y víctima de una clase política desalmada y desprovista de dignidad y ética.
Todo un desastre mas que hunde a la otrora gran España en la inmundicia y el descrédito. Nuestros políticos solo merecen desprecio ciudadano y rebeldía indignada.
Pero la deshonra y la vergüenza que se desprenden del caso Chaves y Griñan afectan también al sistema, que está tan adulterado que carece de defensa frente a corruptos y delincuentes, al PP, un partido decepcionante que en lugar de ser la alternativa decente al socialismo compite con él en corrupción, abuso y desvergüenza, y, por encima de todo, al pueblo andaluz, atiborrado de oprobio e indignidad porque sigue votando a sus verdugos y elevando hasta el poder a gente que carece de valores y grandeza para gobernar en democracia.
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