Revista Regiones del Mundo

La inauguración del Mundial, un caos muy silencioso

Por Bere Munch @beremunch

La inauguración del Mundial, un caos muy silencioso

Estamos ya en nuestro apartamento en Copacabana, decidimos venir a cenar acá.

En la calle se escuchan alguna que otra corneta y si hay algún grito es de los turistas borrachines.

Pero los brasileños ni tocan el claxon, ni gritan, ni ná… nada de nada.

Y eso no es normal, luego del desorden que parece ser todo por acá….

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La entrada al Fan Fest…

“Esto hay que comenzarlo bien… vámonos al Fan Fest” le dije a Mat.

“¿No crees que sea de multitudes?”

“Pues puede ser, pero mira vamos a ver qué tal se pone.”

Llegamos al Fan Fest, un espacio cerrado en la playa de Copacabana con puestos, chelas y una pantallísima.

Hay una fila de 3 cuadras, pero la formamos, total faltan 2 horas para que la JLo salga bailando en la inauguración, (y no es que quiera verla, yo firmemente creo que ya le deberían dar la concesión de canciones mundialistas a la Shakis, al menos por los próximos 2 o 3 mundiales, esa sí que sabe animar al pueblo internacional).

De pronto la fila avanza a paso rápido, luego a paso trote y finalmente todos corren.

Resulta que la organización tuvo la graaan idea de no poner barras para formar a la gente en zigzag y pretendían que muy alemanamente todos se formaran en una unifila eterna que finalmete se dividiría en 8 detectores de metal.

¡JAAAA!..ilusos.

La gente obviamente decidió mandar al carajo la unifila y formar la tan latina “masa en bola”. Todos empujando a un cuello de botella que topaba en 5 policiías que paraban a las masas y de 50 en 50 dejaban entrar a los detectores de metal.

Aquello era un cachete con cabeza, pompa con barriga, en la playa…. al sol: yeeeiiii – sarcástico-.

….1era cagada.

Las chelas por Dios ¡Las CHELAS!

Luego de la apachurrada y sudada de 30 min. en las masas asfixiantes, logramos entrar.

Lo único que uno quiere es una bendita chela.

Pues te jodes.

Priiiiimero hay que formar una fila en pseudo masa para comprar unos boletitos -estilo kermés o festival musical mal planificado-. Debes calcular bien porque el boletito de hoy no vale pa mañana, (¡ja! ya te estabas creyendo muy listillo verdad? compro 30 y jamás me vuelvo a formar? ). Total que una vez que llegas 20 min después a la ventanilla te da por pedir cientos, que con tal de no volver a formar la bendita fila, da igual que te las bebas, le regales el dinero al Sr. Fifa, aunque no quieras.

Luego claro hay que ir a la masa del bar y pedirse la chela.

Por fin te la dan. Y es Brahma, una miiiiiierda de chela. Y te la sirven en vaso calentorro.

A partir de este punto ya todo es alegría…

… o al menos para ti.

La JLo se queda muda

Todo era dicha en el conciertillo de antes del partido, todos bailaban felices.

Se termina, y la pantalla muestra el estadio de Sao Paulo, y salen las imágenes de la inauguración.

Un hombre árbol que baila -corte cámara- unas flores – corte cámara – unos kapoeiras- corte cámara – unas danzarinas – corte cámara sale el sr. Pit Bull y la JLo y la otra pobre brasileira que vetuasaber quién es y… no se oye nada.

Se les va el sonido.

Nada.

3ra? cagada.

Así que si no podemos escuchar los alaridos de la JLo y el perreo del Sr. Pit Bull pues mejor cortamos la conexión y ponemos en pantalla a la propia gente del Fan Fest, esa masa que ha luchado en sudor y sangre por ver un poquito de su mundial y que está ahora ahí anonadada, incrédula y asustada.

Con su cara -puesta en la pantallísima- de: ¿y esto qué es, dónde quedó la JLo?

Pero el partido si lo pasan… ¿verdad?

¿Estoy en Brasil o en Suecia?

Pues si que ponen el partido en la pantallísima, ¡por fin algo de fútbol! Pero aquello ya es un silencio sepulcral.

¿Estarán tensos? ¿nerviosos?

Autogol de Marcelo…

Esto es un castigo kármico por el cagadero que tienen en esta organización. Un gol surreal para un Mundial surreal.

Y los brazucas ni pio.

Nada de: “Imbécil!!” o “Estás ciego!!” o “Era al otro lado pendejo!”…

N.A.D.A.

La gente se sienta. SE SIENTAN EN LA ARENA. Sentados.

¿peeerrrdooooón?

Exigen que todos nos sentemos para que las 25000 personas puedan ver el partido. Afortunadamente varios se niegan y todos se tienen que parar a huevo.

¿Será que andan depres por que van perdiendo?

Neymarcito el flaquito salva el ánimo

Y se canta el gol, y alguien avienta algunos cuetes.

Pero no siguen cantando luego, ni se ponen a saltar.

…. Continúa el silencio.

Llega el segundo tiempo y Mat mienta madres.

“¿ESTO ES UN MUNDIAL EN BRASIIIL?… no que era la capital del futbol?”

Puedo ver que su corazoncito está roto en decepción.

El cielito lindo al rescate

Lo escucho a lo lejos, porque con esta hueva de gente los mexicanos que cantan el Cielito Lindo en bucle son escuchados en todo el lugar.

“Vamos por una chela y nos vamos con los mexas, que si hay algo que sabemos hacer, es echar desmadre”.. le propongo.

Y así fue.

Cuado comparto mis impresiones con mis nuevos compas mexas, me dicen lo mismo; que ellos no lo pueden creer, no entienden dónde quedó la fiesta brazuca.

“Tal vez estén enojados por todo el desmadre de la FIFA y no quieran cantar?” me dicen.

“Pero entonces para que vienes al Fan Fest, ¿para que le pagas al Sr. Fifa y sus patrocinadores las chelas y el jocho?… si estás en contra pues no vienes a los eventos oficiales.. ¿no?”…

“Pos quién sabe”, me contesta un norteño “pero si está bien raro”….

Los otros 2 goles se cantan… un poquinho.

Y se festejan, pero como aquel primero, la emoción se apaga al minuto siguiente. Por allá atrás se escucha a alguno que ya grita algún insulto a los jugadores, pero poca cosa más.

Cuando se da el silbatazo de fin los enemil brasileños se despeñan hacia la salida. Sin abrazo, ni cántos, ni saltos.

Salen como si salieran de una sala de cine.

Y es así como estoy en mi cama unas horas después y se escuchan helicópteros, y algunos turistas borrachos, pero nadie baila samba ni se desgañita de la alegría.

Algo de esperanza

“Espero que estemos en el barrio o lugar equivocado y que si vamos a algun otro lugar esto se prenda más”… me dice Mat.

“Yo también… amore mio… ¡yo también!”

Por lo pronto sé que mañana en el México-Camerún no faltarán los gritos, insultos, cánticos y brincos. Somos malos pa muchas cosas, pero para eso… nos pintamos solitos.

 

El artículo La inauguración del Mundial, un caos muy silencioso apareció en Sin Destino Fijo.


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