STALACTITAComparto su opinión, pero está claro que yo he visto más cosas que él, o al menos, me parecen lo suficientemente importantes como para contarlas.
Me he leído el libro por que mi madre me lo compró por mi cumpleaños. Entonces, en estas vacaciones, mi padre y yo nos hemos decidido a leerlo. Al principio creía que iba a ser un libro muy aburrido, pero a medida que lo vas leyendo se hace más interesante.
Ben es un niño de 11 años que odia ir a casa de la abuela todos los viernes, por que es muy aburrida debido a que sólo quiere jugar al Scrabble y comer sopa de repollo, ensalada de repollo, tortilla de repollo, crema de repollo, pastel de repollo, etc. Vamos, hay una peste a repollo en la casa que tira para atrás. Ben tiene que ir a casa de su abuela porque sus padres prefieren ir a ver el programa "Baile de estrellas", el cual lo presenta Flavio Flavioli, antes que quedarse con su propio hijo. Pero Ben no sabe una cosa sobre su abuela. ¡Es una ladrona de guante blanco, y el mismo va a protagonizar el robo más osado de la historia.
Este libro es muy divertido en algunos puntos, pero hay otros también muy tristes. Se lee muy rápido por que las palabras que utiliza son muy fáciles por que son las que dicen los niños hoy en día.Lo que más me ha gustado ha sido cuando Ben planea el robo de las joyas de la corona, utilizando todas sus revistas de fontanería y en el colegio preguntando cosas sobre la Torre de Londres y demásPara terminar, lo que menos me ha gustado ha sido al final por que se te hace un nudo en la garganta. No lo voy a desvelar, aunque seguramente haya quien ya se lo pueda imaginar.
Un libro que, yo diría, esta indicado para niños de entre 9 y 13 años, menos resultaría aburrido, y más yo creo que sería ñoño, aunque quien sabe, depende del niño en cuestión. Recomendaban este libro, en las típicas frases de marketing, comparando a David Walliams con Roahl Dahl. A ver, Roahl Dahl sólo hay uno, y punto. Pero es cierto que Walliams nos ofrece un libro en la línea de aquel, bien escrito y muy apto para los más jóvenes, tanto en estilo como en atractivo pero que, sobre todo, tiene papel didáctico y guarda un mensaje claro y contundente que, no sólo los niños olvidan, sino también los adultos con respecto a sus mayores. Es un libro plagado de amor en el que si bien por un lado vemos el desapego que los padres sienten hacia su hijo en base a una pasión (el baile), veremos finalmente que no lo hacen por falta de amor, sino por que el ritmo de la vida te hace pensar en cosas para tu disfrute e ignorar lo que de verdad tenemos al lado, aquello que realmente nos hace felices con su sola presencia, una presencia que cambia demasiado rápido, hasta que un día desaparece para convertirse en otra cosa. Todos vivimos sumidos en la asquerosa vorágine laboral y queremos nuestros propios ratos de asueto privados pero se nos olvida que el tiempo pasa y la gente a la que queremos, e incluso nosotros mismos, somos simples segundos en el cauce temporal.Por otro lado, también nos ofrece la visión complementaria pero contraria de la vejez. Aquellos a quienes abandonamos por que tenemos nuestras propias vidas. De quienes nos aprovechamos para lo que nos interesa pero, excusándonos de nuevo, en nuestros "tremendos" quehaceres dedicamos muy poco tiempo. Pero las personas de la llamada tercera edad, viven otro tipo de juventud con los nietos. Ellos ya pasaron por la infancia, la adolescencia, y también por la experiencia de ser padres, ahora quieren otra cosa, pero no nos damos cuenta de esto y despreciamos su dedicación, cuando en realidad no están más que mostrándonos su cariño y darían su vida por nosotros, nietos, e hijos.Este libro pretende hacer comprender esto a los niños. Los abuelos son gente con vida propia, que tiene cosas que hacer, no tan sólo comer, dormir y esperar la muerte. Quieren disfrutar, sentir y vivir con los niños y, a veces, los sacrificios que hacen para ellos son mucho mayores de lo que pensamos.Bueno, ya no más, pues al escribir este pequeño trocito, recuero la conclusión del libro, lo hago mío, y se me escapan las lágrimas.
Buenas lecturas y: "Niños del mundo, os recomiendo este libro. Puede parecer aburrido al principio, pero si lo lees con la entonación adecuada y la mente abierta, puede resultar muy divertido."