Independencia es la capacidad de actuar, hacer y elegir sin intervención o tutela ajena. Es lo opuesto a la dependencia y se aplica tanto a personas como a instituciones formales, como el Estado. Con la independencia se ejerce la libertad, ya que se actúa por cuenta propia, pero también implica tomar decisiones y asumir la responsabilidad de sus consecuencias. A nivel personal, la independencia es la capacidad de actuar, tomar decisiones y valernos por nosotros mismos. De ahí que la independencia también signifique entereza y firmeza de carácter. Independencia viene del latín independere que significa no estar bajo la voluntad de otros. El concepto político lo dejamos aquí un poco a distancia. Vamos a centrarnos en el vino.
Entre la voluntad de destacar de los supermercados y el deseo de agradecimiento a una clientela fiel, se hallan guardando el debido equilibrio, las eternas tiendas de vino.
Las ferias de vino incitan a elegir los vinos según sea su precio más que sobre la calidad, si bien está el hablar del coste de los vinos no hay que perder de vista que estamos hablando de “caldos” y no sólo de dinero.
Los cavistes como dicen en la Galia, venden historias, comentan la evolución de los vinateros, cómo elaboran y cuál es su filosofía. Además destacan las estaciones promocionales como también hacen las grandes superficies comerciales, trabajan en directo, codo con codo con los vinateros que producen cantidades reducidas de vino. La demanda supera a la oferta por lo que las tiendas de vino no suelen tener como objetivo apurar los stocks, antes bien ofrecen precios justos durante todo el año para que cada cual pueda vivir honesta y dignamente.
Algunas ideas llevadas a cabo por parte de las tiendas de vinos proyectando su pensamiento de que la feria de vino tiene lugar prácticamente a diario, organizando degustaciones temáticas acompañadas del correspondiente tapeo a unos 25 o 50 €.
Las ediciones temáticas, “los vinos a mi manera”
La gran distribución ha creado una masa clientelar integrada en su agenda, cuando una feria de vinos debiera ser todo menos una promoción vínica, por lo que la propuesta de las tiendas de vinos es la de las sesiones de propuesta de precios preferenciales, añadas en curso y las nuevas añadas así como otras dedicadas a los descubrimientos viniendo a ser como un estreno literario… de los vinos. También las tiendas investigan los finales de stock de más difícil control sobre todo en el caso de los pequeños elaboradores, y todo ello más allá de las perpétuas rebajas de los supermercados.
También y, sobre todo en esta Gallaecia Fulget, explorar aquellas zonas rurales apartadas y alejadas de la mano del dios Baco, con potenciales clientes, por cierto muy festeiros y a las que tan apenas llega la gran distribución o lo hace de pascuas a viernes, ofrecer en determinadas fechas (próximas a celebraciones y reuniones) ventas privilegiadas o preferentes, con una selección de unas 10 referencias o de un brandy, una gran ocasión para descubrir novedades e introducir productos que bien lo merezcan o rindan su mayor atención. Por ejemplo, esos rosados festivos que hay que liberar del stock, pudiendo llegar a unas reducciones en precio de hasta un 30 %.
Las ediciones temáticas anuales son una herramienta excelente para distinguir las tiendas de vinos de los mastodontes de la distribución y de la elaboración. Por ejemplo, las grandes añadas del 2018, esos excelentes blancos de guarda que tanto gustan a las mujeres y a algún que otro foodie. Y, esas últimas botellas, maravillosas botellas que me parte el corazón separarme de ellas, que solo la pasión de provocar placer en la clientela que las adquiere puede obviar. Los habituales saben bien que se trata de ediciones limitadas, por ello suelen llamar y encargar sus botellas. Otros dejan que la tienda elija por ellos, sabedora de sus gustos y preferencias. Al igual que la impaciencia del niño que espera la llegada del tendero con las galletas, chocolates y quesos los clientes aguardan a la tienda y sus momentos de servicio y encuentro propios del comercio de proximidad, siempre cercano, propio del resurgir de la vida de barrio.
La fotografía
A pasada Feira do viño de Chantada 2022.
La próxima: del 10 al 10 de marzo de 2023.
Enlaces relacionados :
En Chantada están acostumbrados a ser los primeros en celebrar su feria del vino. Su fecha normal es la del segundo fin de semana de marzo, y eso les permite abrir el calendario de ferias del vino de la Ribeira Sacra. Pero este año en marzo todavía circulaba demasiado covid, así que los bodegueros y el Ayuntamiento de Chantada decidieron darle la vuelta al calendario, esperar a que pasasen Amandi, Quiroga, Vilachá y Pantón y esta vez ser ellos los que cierran la lista de las fiestas del vino más veteranas y le ceden el testigo al Festival do Viño de Monforte, que previsiblemente se celebrará en julio. La feria de Chantada no se resintió del cambio de fechas, porque la localidad estuvo llena desde que el viernes abrieron los puestos de las bodegas participantes.
Maridanza o maridaxe da música e viño en ChantadaMUSICANDO
- Sólo jazz: Tus programas favoritos de RNE, en RTVE Play Paul Desmond y Jim Hall (I) un cóctel muy digestivo
La entrada LA INDEPENDENCIA DIVINO TESORO se publicó primero en De Cata en Cata.