Recuerdo aquellos momentos en las clases de historia en mi juventud, en los cuales se contaba sobre el sufrimiento de nuestros antepasados debido a la escasez de medicinas, pues muchos de los medicamentos que conocemos hoy en día, aún no existían. Estas personas tenían que acudir al “brujo” del pueblo como único recurso de salvación.
Los tiempos han cambiado, completamente. Hoy en día existe una pastilla para cada dolor del cuerpo, y aunque no existe solución para toda enfermedad, si podemos contar con una amplia gama de medicinas que nos permiten vivir una vida más “prolongada”.
Pero, la realidad es otra, la realidad es tan cruel como los momentos de dolor de nuestros antepasados. En el presente, el campo de la medicina se ha convertido en un negocio, un negocio muy lucrativo.
El objetivo del gobierno de nuestros países o de las instituciones privadas, es que usted cuente con un seguro médico, no porque este realmente interesado en su salud, sino porque este, como negocio al fin, es un medio de ingreso muy importante.
Una vez que usted ingresa por la puerta de su hospital preferido, ya usted no es considerado una persona, usted es sólo un producto que explotar. Los especialistas médicos le someten a pruebas que necesita ya otras que no necesita, le diagnostican enfermedades que jamás existieron, y le puedo asegurar, que usted saldrá por la puerta del lugar en cuestión, con no menos de 10 pastillas recetadas.
Se dice que hace muchos años existe la cura del temido SIDA, sin embargo cómo creen ustedes que reportaría más ganancias, veamos… Se comienza a vender el medicamento, la persona se cura, y ya está, negocio cerrado. En cambio, si podemos mantener a este paciente consumiendo “x” dosis de medicamentos periódicamente durante el resto de su vida, entonces tenemos muchas más ganancias.
El mundo piensa que el SIDA es incurable porque dos médicos, el estadounidense Robert Gallo y un francés llamado Luke Montanye, lograron convencer al mundo en la década de 1980 que el SIDA es causado por el “virus de la inmunodeficiencia humana” (VIH). Montanye inclusive recibió un Premio Nobel por su “descubrimiento”. Los pacientes con SIDA son diagnosticados a través de las pruebas que registran anticuerpos en la sangre, no el VIH.
Sin embargo, existen miles de médicos destacados en el mundo que expresan sus argumentos en contra de la opinión de que el SIDA es incurable. Ellos incluyen a Peter Duesberg, El autor de “Inventing the AIDS Virus“, Robert Willner, el autor de “Deadly Deception” y Kary Mullis, bioquímico y ganador del Premio Nobel.
Usted, junto a mi y al resto del mundo, estamos pagando casi $5 mil millones de dólares provenientes de los impuestos en investigaciones relativas al SIDA. Por supuesto, usted debe saber que el propósito de la investigación es “acumular conocimientos”, no para encontrar una cura al SIDA.
El tema del “Cancer” es otro gran negocio, día a día podemos observar propagandas televisivas pidiendo por su amable donación, para ayudar a esas pobres personas que sufren de esta enfermedad, pero el 90% de este dinero jamás llega a su destino. Medicinas costosas, algunas veces pagadas por seguros médicos, otras por los propios pacientes, pero jamás con las famosas donaciones. Estas medicinas sólo tienen un objetivo, controlar la enfermedad, no curarla.
Controlar la enfermedad y a veces crearla. Por citar uno de tantos ejemplos, hasta el 98% de los casos de cáncer de mama se pueden prevenir mediante la dieta, suplementos nutricionales, el sol y el ejercicio, pero la industria médica no quiere que usted sepa esto, ellos prefieren que usted siga consumiendo alimentos dañinos y vitaminas para su “salud”.
“Encontrar una cura para el cáncer está absolutamente contraindicado por las ganancias de la industria de la quimioterapia del cáncer, la radio terapia y la cirugía a través de dinero en efectivo.”-Dr Diamond, MD
Existe un documental muy interesante llamado ”Burzynski: Cancer Is Serious Business“. Este documental cuenta la historia del Dr. Burzynski y sus pacientes, un viaje de 14 años para lograr la aprobación de la FDA para realizar ensayos clínicos de antineoplastons. El documental expone las poderosas fuerzas que trabajan para mantener el status quo de la industria médico-farmacéutica, a cualquier costo, incluyendo la vida de millones de personas.