La reciente mitología política palestina se sustenta sobre una burda manipulación de los acontecimientos históricos con el objetivo de atribuirles el falso papel de víctimas en una guerra genocida iniciada por los propios palestinos y sus socios árabes al grito de “echemos a los judíos al mar”
En esa narrativa ocupa un lugar principal la industria de la Nakba inventándose un inexistente plan de limpieza étnica de palestinos que jamás existió. Lo que sí existió fueron las consecuencias lógicas de una guerra, entre ellas la marcha de habitantes como muy bien podemos observar hoy en dia en Siria, y desde hace décadas en casi todas las guerras, por ejemplo entre la India y Pakistan.
El rey Abdulá, en un histórico reconocimiento de tal hecho, solicitó públicamente a los habitantes árabes que volvieran a las tierras que previamente habían abandonado y que dejen de evacuar Palestina.
Lógicamente tal petición, carecería de sentido si esos habitantes hubieran sido expulsados de forma planificada por las milicias defensivas sionistas, cosa que no ocurrió.