Bitcoin, además de ser la criptomoneda más reconocida y la que mayor interés a generado en inversores involucrados en el criptomercado, es también la responsable de generar escepticismo sobre la efectividad del mismo, y esto es debido a sus continuas alzas y caídas.
El Bitcoin parece estabilizarse tras la gran caída que sufrió el año pasado, pero tanto inversores experimentados como analistas financieros, están de acuerdo en que no será duradero, y lo que es más llamativo, aseguran que será algo que acompañe a la moneda digital hasta el final de sus días. En sencillas palabras: Está destinada a ser una burbuja que se hinche, explote, y que vaya perdiendo valor de forma incontrolable. Al menos, sino se encuentra una solución.
Hay varias razones por las que el Bitcoin es tan volátil, pero en esta ocasión me centraré en las tres que considero, son los más importantes.
- Leyes de regulación
Hay quienes consideran que al ser una moneda descentralizada no tiene que atravesar por rigurosas leyes; grabe error, pues es todo lo contrario. Bitcoin es una salida alternativa a la economía de cada país, lo cual para la gran mayoría de países es algo positivo, pero otros lo toman como una amenaza que podría causar inestabilidad en la moneda local, por lo que en algunas partes del mundo es ilegal comerciar con ellas. Para dar un ejemplo de la magnitud del impacto de estas restricciones, cuando China prohibió su uso, perdió entre cinco y siete porciento de su valor; siendo el país con mayor minería de Bitcoin, generó una importante caída de potencia de minado. Por otra parte, algunos inversores decidieron retirarse luego de esta prohibición creyendo que otros países tomarían la misma medida.
No siempre se trata de una prohibición total, sino en ocasiones de una restricción. En países como Suecia o la India, limitan su uso. También hay que destacar que no siempre se trata de los problemas que pueda generar a la moneda local, sino por el anonimato que brinda, el cual temen pueda ser utilizado para lavar dinero, o inclusive, financiar actividades terroristas.
- Poco Interés Por Parte De Mineros
Para generar Bitcoins se emplea el uso de computadoras para resolver algoritmos que son cada vez más complejos, y estos llevan a tener que adquirir los mejores equipos para esta tarea. Muchos mineros decidieron abandonar porque resultaba poco beneficioso; teniendo en cuenta que no se trata solo del equipo, sino además del consumo eléctrico y la ventilación para evitar el sobrecalentamiento, es lógico pensar que muchos hayan perdido interés al ser demasiado costoso. Por otro lado, la mayoría de mineros utiliza la minería en la nube, lo cual consiste en pagarle a una empresa especializada para que mine por uno, y la potencia de minado que se preste para esto será dependiendo de cuanto se pague por el contrato. Quiero remarcar este último punto, ya que la mayoría de mineros en la nube no suele apostar por el Bitcoin, sino por criptomonedas de menor valor (Dogecoin, Stellar, Grin, etc); es lo que se suele conocer como apuestas pequeñas o seguras.
- Habladuría
Parecerá una mala broma, pero resulta que la habladuría afecta, y mucho. Tanto un economista como un inversor (apenas lo suficientemente famoso como para llegar a un medio importante) que diga algo tan simple como que el Bitcoin va a caer en picada libre, es lo suficientemente poderoso para cundir el pánico en los inversores, quienes cambian o venden la divisa para evitar pérdidas. Lo mismo pasa cuando se dice que el precio va a incrementarse, aumentando el número de personas que entren en el juego. En ocasiones, esta no resulta más que una táctica un tanto sucia que va relacionada con la regla básica de «Oferta y demanda», y es ocupada para adquirir Bitcoins a bajo costo, que con el correr del tiempo incrementaran su valor. Recordando que muchos inversores perdieron sus ahorros tras la caída del 2018, es sencillo comprender porqué estas noticias, a pesar de no conocer quiénes son las personas tras estas, resultan tan difíciles de pasar por alto.