La infancia, la juventud pueden participar. Voto a los 16 años

Estamos en plena preparación de los programas electorales de cara a las elecciones municipales. Sin duda los espacios municipales son los escenarios de acción y participación política más próximos a la ciudadanía.
Por otra parte pueden ser los espacios inmediatos en los que de forma real, se puede avanzar en sistemas de participación ciudadana directos en las decisiones sobre los aspectos que mas nos impactan en nuestras ciudades.
La formación de consejos participativos tanto a nivel sectorial, como de entidades y asociaciones de una u otra forma van incluidos casi de manera sistemática, al menos, en los programas de las formaciones de la izquierda.
En este sentido creo que habría que romper un lanza a favor de los sectores que por muchas razones se han mantenido al margen de la participaron y que sufren o disfrutan de las políticas municipales como meros espectadores o sufridores de las mismas. En concreto que refiero al segmento mas joven, al que conocemos como “la infancia”.
Dos son las cuestiones que me parecen importantes:
La primera es la constitución de un consejo de la infancia compuesto por los ciudadanos y ciudadanas que se encuentran en este segmento de edad. Consejo de la Infancia, que se sitúen al mismo nivel que el resto de organismos consultivos y coordinadores de las políticas municipales dirigidas a este segmento de la población.
La otra cuestión, pasa por poner sobre la mesa un aspecto que se esta planteando ya en  diferentes países, que es la edad minima para acceder a derecho al voto. Algunos, entre los que se encuentran Chipre, Austria, Cuba…, han establecido ya los 16 años como edad minima de acceso el sufragio universal.
El marco municipal, en nuestro caso, pude ser el entorno idóneo para ampliar el derecho al voto a los 16 años, quizás incluyendo en los programas electorales el compromiso de facilitar la participación en cuantas consultas, votaciones, etc., que se produzcan en este entorno, o que promuevan los propios Ayuntamientos, estaríamos dando voz y capacidad de decisión a nuestros conciudadanos que, por otra parte, tienen las mismas responsabilidades civiles.