"Había una vez...". La famosa frase que da inicio a la mayoría de los cuentos de hadas y princesas tomó un nuevo significado desde que existe la saga de Shrek. El éxito llegó en el 2001 y fue su manera de reestructurar los cuentos clásicos y darles nueva forma, lo que hizo de este ogro verde un producto original, fresco y taquillero.
Basadas en el popular libro infantil Shrek!, de William Steig, ha pasado a la historia del cine por ser la primera película de animación que compitió en el Festival de Cannes. La producción de Dreamworks reformuló las convenciones del cuento de hadas y elevó el territorio de la animación a cotas nunca alcanzadas, tanto narrativas como formales con un humor tan agudo que hizo que el dibujo animado ya no fuera solo para los niños.
Al igual que sucede con otra serie animada y sus tres exitosas entregas, La Era de Hielo (Ice Age), las audiencias siempre se han mostrado irresistibles a las aventuras de sus personajes, encabezados por Shrek, un antihéroe que se ha convertido en el ídolo de todos los niños, secundado por su esposa Fiona, el burro Donkey y el Gato con botas con sus aventuras en el reino mágico de Muy Muy Lejano son famosos a nivel mundial...¡y de qué manera!
Gracias al impulso del visionario productor Jeffrey Katzenberg, Dreamworks comenzó a ser competitiva en el mercado de la animación, este nuevo cuento de hadas se logró a partir de la subversión de las convenciones clásicas, un humor irreverente, unos héroes a la fuerza totalmente nuevos, un personaje femenino inédito como la Princesa Fiona, una exuberancia artística sólo superada por una inventiva original y la más sofisticada animación de última generación a nivel de computadora, han creado una película que no sólo ha escrito varias páginas de la historia del cine, sino que fue aclamada inmediatamente como una obra maestra y de culto instantáneo.
No hay duda de que la saga de Shrek ha revolucionado la animación, desde la primera entrega dio un giro radical al popular género. Shrek (2001), dejando de lado sus aportes en cuanto al campo técnico, aportó toques de cine en imagen real y referencias pop contemporáneas con muchas alusiones cinematográficas, solo recuerden al Gato con Botas en la comiquísima parodia de Flashdance o a la Princes Fiona peleando a lo Matrix, que convirtieron a esta saga en un referente cultural y transformó a su ogro verde protagonista en una auténtica estrella.
Blancanieves, la Bella Durmiente, Los Tres Chanchitos, Pinocho, los 4 Ratones Ciegos, Rapunzel... todos los personajes de cuentos infantiles han formado parte de esta lucrativa franquicia de Dreamworks que es una clara burla hacia los parques temáticos de Disneylandia y cualquier película generada desde Disney, auténticos guardianes del legado azucarado de la narrativa clásica infantil desde hace 75 años, lo que motivó que ella misma diera un giro de 360 grados y empezara a autoparodiarse con filmes como Encantada. Los tiempos cambian...hasta para la mítica Factoría.
Pero el gran secreto del humor, modernidad y transgresión de la película reside en que nos enseña a vivir la vida, a crecer como personas: En la primera entrega, el ogro aprendía a quererse a sí mismo y se enamoraba; en la segunda, conocía el significado de la familia; en la tercera parte se resignaba a aceptar sus responsabilidades como padre y esposo; y ahora, en la cuarta y última película, se enfrenta a la madurez.
Divertida, espontánea y sarcástica, después de cuatro largometrajes, un Óscar a la mejor película de animación, especiales de televisión, un musical de Broadway, parques de atracciones y numerosos premios, Shrek se ha convertido en un icono mundial querido por millones de personas. Con la piel verde, mal aliento (en su caso, un aliento de los mil demonios) y el peor temperamento, es el verdadero nuevo héroe del siglo XXI...para siempre.