La inmobiliaria Evergrande, que está muy endeudado, ha dejado de pagar los intereses a los inversores extranjeros por segunda vez en una semana, según los informes.
Evergrande debía pagar el miércoles 47,5 millones de dólares (35 millones de libras) a los tenedores de bonos extranjeros.
Pero los tenedores de bonos dijeron a Reuters y Bloomberg que aún no habían recibido ningún pago.
En virtud de un acuerdo con los inversores, la empresa dispone de un periodo de gracia de 30 días antes de que el impago se convierta oficialmente en un incumplimiento.
Evergrande aún no ha comentado públicamente el asunto.
La empresa, que en su día fue el promotor más vendido de China, se enfrenta ahora a una deuda de más de 300.000 millones de dólares.
Ha dado prioridad a sus deudas en China por el temor a la agitación social.
La semana pasada, Evergrande dejó de pagar 83,5 millones de dólares en intereses de un bono en el extranjero, pero llegó a un acuerdo con los inversores nacionales sobre un pago de 35,9 millones de dólares que también vencía.
Cuando el plazo para el pago de un interés similar se cumplió el miércoles, algunas fuentes dijeron a Reuters que algunos tenedores de bonos de Evergrande en el extranjero aún no habían recibido ninguna financiación o comunicación al respecto.
Dos tenedores de bonos dijeron a Bloomberg que no habían recibido el pago hasta el jueves por la mañana.
Sin embargo, Evergrande reembolsó el 10% de los productos de gestión patrimonial – en gran parte propiedad de inversores minoristas nacionales- que vencían este jueves.
La crisis en la que se ha visto envuelto el promotor inmobiliario más endeudado del mundo ha arrasado los mercados mundiales en las últimas semanas.
Evergrande se ha convertido en una de las mayores empresas de China gracias a un préstamo de más de 300.000 millones de dólares para su expansión.
Pero después de que Pekín introdujera nuevas normas para frenar el dinero que debían los grandes promotores inmobiliarios, Evergrande comenzó a vender sus propiedades con grandes descuentos para asegurarse una entrada de dinero que le permitiera seguir funcionando.
Ahora tiene dificultades para pagar los intereses de sus deudas.
Evergrande ha anunciado esta semana que va a vender su participación de 1.500 millones de dólares en un banco comercial mientras se esfuerza por conseguir el dinero que debe.
Los inversores han estado observando el desarrollo de la crisis, ya que la empresa oscila entre un colapso caótico con posibles consecuencias de gran alcance, una ruptura gestionada o un rescate menos probable por parte del gobierno chino.