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“Un matemático es un dispositivo que convierte el café en teoremas” – Paul Erdos
Un café del Grand Cafe
Hace tiempo que os hablé de los beneficios que el café, tomado con moderación, tiene en nuestra salud. Hoy os voy a hablar de los beneficios que ha tenido el café en el desarrollo de nuestra sociedad. Quizá no seamos conscientes pero la adopción del café como bebida de consumo habitual influyó mucho más de lo que nos imaginamos en nuestra sociedad y sobre todo potenció enormemente nuestra capacidad para producir ideas. Es una historia interesante. Os la cuento.
En el año 1650 en Oxford se inauguró el primer Coffee-house, llamado The Grand Cafe y que sigue aún funcionando. Ya no se pedía media pinta o una pinta, sino un coffee. Hasta ese momento, el consumo de bebidas alcohólicas era lo habitual y paradójicamente lo más sano. Los sistemas de alcantarillado, depuración de aguas residuales o algo como el invento este, no existían. Beber agua era todo un riesgo. Por tanto, beber cerveza o vino, con sus correspondientes procesos de fermentación, tenía más garantías de salud, que coger agua de un pozo. De hecho, hasta los niños una vez destetados bebían cerveza.
¿Os imagináis una sociedad borracha? Vale, borracha no, pero con un “puntillo” todo el día seguro que sí. No es difícil imaginar situaciones más violentas a menudo, o excesos y bravuconadas estimuladas por el alcohol cada dos por tres. Pero además de esto, una sociedad tan alcoholizada crearía ideas con más dificultad. Tener un puntillo puede ser divertido, pero rara vez conduce a ideas creativas. Además, si te pasas del puntillo, el siguiente paso es un estado de conciencia muy bajo (por llamarlo de alguna manera). En definitiva, el alcohol no le hace demasiado bien al cerebro (si te pasas).
Pero llegó el café, y con él las coffee-houses (o cafeterías)
A partir de entonces había una alternativa. Como para hacer café hay que hervir o calentar mucho el agua, se mataban los posibles gérmenes del agua, y era otra alternativa a las bebidas alcohólicas fermentadas. Pero con una diferencia fundamental.
El café es una bebida estimulante.
El café, a través de la cafeína, produce en nuestros cerebros un efecto potenciador de las conexiones neuronales (al contrario que el alcohol) y por tanto, ayuda a tener ideas. Ahora bien, no basta con que uno tenga buenas ideas, estas ideas tienen que ser compartidas, comentadas, evaluadas, y discutidas con más gente. Y es ahí donde entran en juego las cafeterías,
Las cafeterías se convirtieron centros de ideas alrededor del café.
El café estimulaba las mentes, y la conjunción de mentes potenciadas por una bebida estimulante, producía nuevas ideas innovadoras. A medida que el número de interacciones aumentaba, mejores y más ideas surgían. Por supuesto, la mera adopción del café como bebida habitual no fue el único factor necesario para la explosión de ideas que se produjo desde la ilustración hasta ahora, pero pudo tener un factor definitivo parar potenciar y estimular su intercambio.
Hay un ejemplo tecnológico muy reciente. Java, uno de los lenguajes de programación más conocidos y más usados, debe su nombre a una cafetería en la que sus inventores tomaban café. Fue precisamente en los tiempos muertos de su trabajo, alrededor de un café, cuando les surgió la idea de crear este lenguaje de programación. Pero este no fue el único caso, varios experimentos científicos relevantes también tuvieron su origen alrededor de un café.
Hace poco un conocido empresario comentaba, “hay que trabajar más y cobrar menos” para salir de la crisis. Por desgracia, no estamos en condiciones de competir sobre esta base. En China, India o Brasil son muchos más, tienen un menor nivel de vida (de momento) y no nos podemos igualar con ellos por abajo, porque siempre habrá 50 millones de chinos o indios para los que un sueldo de 300€ al mes sea una auténtica fortuna. Nuestra solución debería buscar producir más trabajando lo menos posible y para ello hacen falta ideas y tiempo para pensar. Es decir aumentar los márgenes de beneficios, optimizando al máximo el esfuerzo, porque la población mundial alcanzará su máximo en el 2050. Muchas veces escucho la empresa X ha facturado 5 millones más que el año anterior. ¿Y qué? ¿Cuántas horas reales ha invertido para producir eso? ¿Ha aumentado su márgen de beneficios? ¿No sería mejor que se hubieran facturado 4 millones pero con una margen de beneficio mayor? ¿Ha sido más efectiva que el año anterior?
Para que se produzca un cambio hacia la optimización y la productividad hace falta tiempo, ideas imaginativas y un lugar para compartirlas. ¿Qué mejor sitio que una cafetería con un cafelito a las once?
¿Habéis tenido buenas ideas en la hora del café? ¿Dónde se os ocurren las mejores ideas? ¿Tenéis tiempo para pensar en vuestros trabajos? Espero vuestros comentarios.