La innovación no necesita de superhéores

Con frecuencia, suele afirmarse que para propiciar la gestión de modelos efectivos de innovación es necesario contar con equipos de trabajo que incluyan perfiles diversificados. Sin esta diversidad, resulta mucho más complejo impulsar la creatividad, producir ideas útiles y alcanzar la consiguiente ventaja competitiva. Se habla y se escribe incesantemente sobre los procedimientos, técnicas o metodologías más eficaces para fomentar la creatividad o para crear escenarios proclives a la innovación, pero tal vez no se incide lo suficiente sobre los roles, los perfiles o las funciones más adecuadas para promover la creatividad encaminada hacia el crecimiento o el cambio competitivo. De forma ingenua, a menudo tendemos a creer que cualquier persona o cualquier equipo de profesionales puede reunir las características idóneas para participar de forma proactiva en este tipo de procesos. Nada más lejos de la realidad. No obstante, nos obcecamos en pensar que todos los profesionales ya cuentan con una serie de características y destrezas que vamos a precisar para hacer posible nuestro modelo de innovación. Son tópicos que poco tienen que ver con la realidad cotidiana de nuestras empresas:

• Todos los empleados van a apoyar las ideas útiles e innovadoras.
• Todos los profesionales van a aportar sus ideas y su creatividad de buen grado.
• Todos los compañeros poseen el espíritu emprendedor necesario para convertir una idea en un proceso innovador.
• Cualquier empleado posee las destrezas necesarias para comunicar el valor de nuestra idea innovadora al resto de los empleados y también a los clientes.
• Todos los empleados son capaces de transmitir energía y entusiasmo al resto, con el objetivo de impulsar las ideas innovadoras.
• La totalidad de los profesionales poseen las habilidades necesarias para desarrollar y conducir hacia el éxito las ideas valiosas, y los consiguientes procesos de innovación.

Está claro que resulta difícil encontrar un solo profesional que integre todas estas características y destrezas en su perfil. No existen superhéroes de la innovación. Sería extremadamente peregrino defender lo contrario. Por ello, parece sensato expresar que el conjunto de estos rasgos y habilidades no hay que buscarlos en un solo profesional, sino en el equipo en su conjunto. Ahí precisamente radica la necesidad de configurar grupos de alto rendimiento, y para ello es imprescindible la diversidad de perfiles, personalidades, experiencias y bagajes. Por ello, es más operativo centrar la cuestión en los roles concurrentes que necesitamos para impulsar la innovación, y no cargar todo el peso sobre un perfil ideal.

Braden Kelleydescribe nueve roles necesarios para la innovación:

Revolucionario
El revolucionario es la persona que está siempre dispuesto a cambiar las cosas, para dinamizar a los demás y transmitir su visión. Estas personas tienden a tener un buen número de ideas útiles y no son tímidos a la hora de compartirlas.

Anónimo
El recluta tiene muchas grandes ideas, pero no está siempre dispuesto a compartirlas, por falta de destrezas sociales, por timidez o por temor al rechazo o a la incomprensión.

Dinamizador
Es la persona que hace circular las ideas útiles y conectar a los ‘anónimos’ con los ‘revolucionarios’ o con el resto de roles.

Artista
Son personas que no siempre tienen buenas ideas, pero poseen gran destreza en un aspecto profesional o técnico específico. Son muy necesarios en procesos de innovación.

Empático
Son aquellos profesionales más cercanos al cliente y con mayor capacidad para entender sus necesidades o para transmitirles nuevas ideas.

Resolutivo
Son aquellos profesionales que cuentan con los conocimientos y destrezas necesarios para conferir utilidad a una idea que es brillante en si misma. Son los que resuelven los posibles problemas que pueda presentar una idea originalmente.

Juez
Es el que tiene la capacidad de evaluar si una idea puede ser o no útil o rentable para la empresa.

Mago
Son los profesionales que tienen la habilidad necesaria para convertir una buena idea en procesos útiles, viables y rentables para la organización.

Predicador
Son aquellos empleados capaces de conseguir apoyos efectivos para la idea y recabar la acción efectiva del resto de los empleados e incluso de los clientes. Son los que convencen a los demás del potencial de una idea para crear valor. Son los evangelizadores.

Autor Manuel Ramos

http://www.innovadirectivos.es/recursos-humanos/gestion-de-talento/manuel-ramos/la-innovacion-no-necesita-superheroes

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