Sara Pérez Jerónimo
Periodista
Como cada año, la Fundación para la Innovación Tecnológica (COTEC) ha presentado su Informe anual de Tecnología e Innovación, un índice de opinión elaborado a partir de una serie de encuestas que realizan a lo largo del año entre un amplio grupo de expertos en la materia y que versa principalmente sobre las cuestiones, problemas y nuevas tendencias en el sector de la innovación en España.
Sin duda, no es una buena noticia conocer que desde el inicio de su publicación en 1996, el índice sintético que elabora el Informe Cotec 2010 se mantenga en un 0’928, el valor más bajo en doce años.
Una vez más, el sector de la innovación está en la cuerda floja. La mayoría de los expertos han apuntado de forma muy acertada a señalar que algunos de los problemas más graves que afectan a este ámbito son la escasa dedicación tanto financiera como humana por parte de las empresas en la materia y una clara falta de conocimiento y cultura en los mercados financieros españoles, que en consecuencia repercuten una vez más la búsqueda de una financiación adecuada que permita el correcto desarrollo del sector.
Además, dentro de las preocupaciones en torno a la innovación y el desarrollo se encuentra la política. Aún ronda en la mente de todos la falta de apoyo por parte del los gobiernos en este campo, así como la actuación por parte de la Administración Publica. Sin duda, en los tiempos que corren es complicado el desarrollo de un sector tan joven como la innovación e imposible su crecimiento sin el respaldo de los principales referentes políticos. Los límites administrativos no facilitan la tarea, dificultando entre otras cosas la transferencia de tecnología entre diferentes organismos como las universidades y los centros de investigación a las empresas, lo cual perjudica aún más al sector.
No es nuevo saber que las administraciones no utilizan su potencial para impulsar el desarrollo tecnológico. Algo increíble en los tiempos que corren. Pero aún existe un halo de esperanza. Es vox populi la urgencia de una mejora de las políticas de innovación, y es por esto por lo que muchos confían que la futura Ley de Economía Sostenible y la Ley de la Ciencia sacien, al menos en parte, esta necesidad.
En cuanto a la visión del panel de expertos de cara al futuro, no hay sorpresas. La visión generalizada a corto plazo es catastrofista, ya que todo apunta a que la innovación permanecerá como hasta ahora, muy abajo en la lista de prioridades de la Administración, manteniendo bajas inversiones de fondos públicos dedicadas a este sector. Además, no se prevén cambios significativos en la visión y valoración empresarial de la innovación.
Así, y como casi todo lo que rodea al concepto de innovación en nuestro país, el mundo de la empresa clama a gritos un cambio, tanto de carácter estratégico como operativo, que permita fomentar la idea del I+D+i como un factor diferencial y estratégico de competitividad.
Sin duda, es un momento difícil para la innovación española, pero habrá que esperar a final de año para conocer los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) referidos a 2009. Ellos serán los que revelen los verdaderos estragos que la crisis está causando al sistema español de innovación. Es cuestión de tiempo.
Más información: 20100705 Informe COTEC
Consulta el Decálogo COTEC de los Retos para la Competitividad en España