Revista Opinión

La Insatisfacción De Los Hijos Del Rey. Capitulo 4

Publicado el 14 octubre 2018 por Carlosgu82

Capitulo 4. Helena entiende el plan

Un nuevo día  ha empezado en Traslandia. La lluvia, el frío y todos sus acompañantes  dejaron esa tierra. Ahora se escuchaba el trinar de los pájaros, que con su sonido le daba un toque de alegría a ese amanecer.

El Rey bajaba las escaleras del palacio con dos tazas de café, las colocó en la mesa que estaba cerca de la chimenea, y le dio un beso tierno en la frente a su esposa, y dijo: – Buenos días, Amada mía. Helena respondió desorientada – ¿Qué pasó? ¿Qué hora es? El Rey sonriendo a su pregunta, contestó: – Son las seis de la mañana. Te quedaste dormida. Espero que hayas sacado provecho a la lectura. Y señaló al libro que ella tenía entre sus piernas. La Reina tomó el libro, lo colocó en la mesa y dijo: – Te esperé toda la  noche, estaba preocupada. ¿A qué hora llegaste? Máximo volvió a sonreír, toma la taza de café y empezó a beber, mientras señalaba  a su esposa que hiciera lo mismo. Cuando Helena comenzó a tomar, el Rey dijo: – Cuando llegué, coloqué este sobre que llevaba tu nombre, para que lo leyeras, cuando despertaras. No quise interrumpir tu dulce sueño, ya que habías dormido mal por varios días. La Reina miro desconcertada a su esposo mientras tomaba el sobre. No podía entender las razones por las que él le había escrito. Era primera vez que Máximo hacía esto. Helena comenzó a leer páginas tras página, mientras su esposo la observaba con actitud de espera. Cuando llegó a mitad, la Reina comenzó  a cambiar su semblante; y no pasó mucho tiempo, para que se levantara diciendo: – ¿Por qué escribiste esto? ¿Por qué no te comunicaste como siempre lo haces? El Rey nuevamente sonrío y dijo: – Termina de leer, amada mía; y lo entenderás. Helena tomó asiento y continuó con la lectura; esta vez lo hacía con actitud calmada. Cuando terminó, dijo: – Ahora entiendo lo que deseas hacer y comprendo porque escribiste estas ideas en estas páginas. Máximo se alegró con la respuesta de su esposa, ya que era importante para él, que ella comprendiera todo el plan que había diseñado. El Rey se levantó y dijo: – No te vayas. Te mostraré algo, y comenzó a subir la escalera rápidamente, mientras Helena lo observaba con cara de júbilo. Era claro que la paz y la tranquilidad habían regresado.

Máximo, no tardo mucho en bajar. Esta vez traía consigo muchos sobres. Cuando llegó a la sala le pidió a su esposa que se sentara, y le dijo: – Cada uno de estos sobres contiene el plan asignado para cada uno de nuestros hijos. Aquí conseguirán la dirección donde deben ir, el nombre de la persona a quien deben contactar, el trabajo que deben realizar y mis palabras de aliento, por la travesía que están comenzando. – Es perfecto Máximo. Esto les ayudará en su realización personal y les alegrará el alma – dijo la Reina. En ese momento, entró a la sala el mayordomo interrumpiendo – Permiso, Mi Rey. Lo solicitan los sabios del Imperio – Hazlos pasar, dijo el Rey.

Esta historia continuará.


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