"La Insoportable levedad del ser" es una novela del escritor checo Milan Kundera, publicada en 1984 y clasificada a veces como filosófica, aunque su autor no comparte ese calificativo porque sitúa su obra más allá de la filosofía y la psicología. Los expertos la consideran una de las mejores obras representativas de la crítica comunista en Europa del Este.
Si Kundera hubiera conocido la realidad actual de la Andalucía Socialista, en muchos aspectos sorprendentemente parecida al decadente comunismo "made in URSS", habría escrito, sin duda, otra novela crítica, más allá de la filosofía y la psicología, que, por su insólito y surrealista contenido, habría sido considerada, más bien, como un monumento al humor y al ridículo.
En este VIDEO están todos los argumentos que Kundera habría necesitado para escribir su novela sobre la inmensa gilipollez del socialismo andaluz.
Si ya lo ha visto y ha recuperado el resuello, les demuestro que la gilipollez andaluza también opera y actua en la vida real:
En la empresa de un amigo publicaron no hace mucho, en Internet, un anuncio de trabajo buscando "un programador". Pasan los días, se presentan varios chicos y chicas, que son entrevistados y se selecciona entre ellos al que consideraron el mejor. Unos días después, la empresa recibe una llamada de un inspector de trabajo furioso, que exige hablar con el máximo responsable. Cuando el director está al teléfono, el inspector le dice que le va a abrir un expediente, con sanción segura, por haber incumplido la ley de genero y haber violado el concepto de igualdad, solicitando un puesto de trabajo para un "programador" y no para un "programador o programadora". El director no sabe si reirse o colgar el teléfono, pero resiste en la línea por miedo a ser multado. Al final, aunque le explicaron que ya se había realizado la selección y que se habían presentado chicos y chicas, el inspector exige que se publique de nuevo el anuncio, esta vez correctamente, y que se repita el proceso de selección.
Cuando uno contempla los dineros y empeños que el gobierno andaluz, a pesar de que, con su impericia y mal gobierno ya ha generado más de un millón de parados, dedica a promover la gilipollez, a editar guías de ecofeminismo, se asume con dolor y rabia que los españoles nos hemos equivocado con esta democracia para cretinos, con el Estado de las Autonomías y con el "café para todos". Si al menos tuviéramos sólo un gobierno central infectado de imbecilidad... pero son nada menos que diecisiete, algunos de ellos, como el andaluz, merecedor de matrícula de honor (y tal vez también de pasar por los tribunales de Justicia) por dedicar tanto dinero y esfuerzo a la gilipollez, cuando las calles y plazas andaluzas están llenas de pobres y desempleados y cuando más de la mitad de los jóvenes de Andalucía han perdido ya la esperanza de encontrar trabajo en una economía escuálida, dominada por la Junta, que sólo satisface ya a los miembros del partido y a sus legiones de aliados, cómplices, enchufados, paniaguados, amiguetes, clientes, hermanos, cuñados, primos, sobrinos, sometidos y demás fauna cortesana.
El checo Milan Kundera se habría puesto las botas en este imperio socialista andaluz, en el que nunca se pone la cretinez, que ya dura más de tres décadas y que sueña con durar más que el mismo franquismo.
Revista Opinión
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