Supongamos que una especie superior en inteligencia y nivel tecnológico a la nuestra invadiera la Tierra, nos sometiera, y nos utilizaran como alimento, o como recursos para llevar a cabo experimentos científicos sobre nosotros, sin nuestro consentimiento, extirpándonos órganos o inoculándonos sustancias tóxicas para ver nuestra reacción a ellas. Es decir, algo muy similar a lo que hicieron los científicos nazis en los campos de concentración con los judíos.
Esto es exactamente lo que hacemos en nuestro planeta con los perros, ratones, conejos, moscas, primates nohumanos, y muchos otros animales sometidos a nuestra dominación. De ahí que el famoso astrofísico Stephen Hawking advirtiera en contra de los intentos por contactar con inteligencias extrarrestres. Con sus propias palabras:
"En lugar de tratar de comunicarse activamente con seres alienígenas los humanos deberían hacer todo lo posible por evitar el contacto. A su juicio, las personas sólo tienen que observarse a sí mismas para darse cuenta de cómo un organismo inteligente puede tornarse en algo que no se quisiera conocer."
Hawking sabe perfectamente que los humanos nos hemos comportado criminalmente con otros humanos y también con los otros animales. Luego es perfectamente razonable suponer que otras especies más inteligentes se aprovecharían de nosotros, al igual que hemos hecho los humanos entre nosotros y con los demás animales.
¿Qué diríamos ante esto? ¿Afirmaríamos que los visitantes extraterrestres tienen derecho a actuar de ese modo puesto que nosotros no pertenecemos a su especie? ¿Estaríamos de acuerdo en que su proceder es justo dado son más inteligentes que nosotros?
En la medida en que afirmamos que la inteligencia parecida a la humana es moralmente relevante, entonces necesariamente deberíamos aceptar la idea de que otros seres con mayor inteligencia serían moralmente más valiosos que los humanos con menor inteligencia. Así lo plantea el profesor Tom Regan:
"Si el hecho de que ellos pertenezcan a otra especie hace que sea correcto que les matemos o les inflijamos daño, el hecho de que nosotros pertenezcamos a una especie distinta de la suya haría que dejase de estar mal que ellos nos mataran o nos dañaran. “Lo siento amigo - dirían los compatriotas de E.T - pero es que no perteneces a la especie correcta.” Por lo que a nosotros respecta, no podemos quejarnos ni poner ninguna objeción moral si la pertenencia a la especie, además de ser una diferencia biológica, tiene una decisiva importancia moral."
Millones de indefensos animales sufren y mueren cada año en centros de explotación animal (mataderos, granjas, piscifactorías, laboratorios,...) de todo el mundo. Millones de individuos nohumanos de diversas especies son diariamente esclavizados, castrados, envenenados, infectados con enfermedades y sometidos a cirugía experimental.
La discusión de si estas prácticas son necesarias desde el punto de vista práctico conduce necesariamente a concluir que no lo son. No necesitamos usar a otros animales para comida, vestimenta, entretenimiento, transporte y otros propósitos. Los utilizamos simplemente por placer, diversión, costumbre o mera conveniencia.Es verdad que no debemos tratar a todos los humanos exactamente de igual manera en todos los aspectos de la vida. Cuando se trata de cuestiones económicas, consideramos que es más valioso económicamente el trabajo de un cirujano que el de un barrendero, porque consideramos que el primero tiene un mayor valor de utilidad que el segundo en un sentido profesional.
Pero incluso asumiendo que esta diferente asignación de recursos es legítima, ¿podríamos decir que un barrendero posee "menor" valor moral como individuo que un cirujano en lo concerniente a cuestiones como decidir si es éticamente legítimo usarlo como donante forzado de órganos o como participante no voluntario a un experimento o como comida para otros? Por supuesto que no. Para el fin de ser utilizado exclusivamente como un recurso para otros, ambos son iguales. Porque ambos son sintientes. Independientemente de su nivel de inteligencia, ambos valoran su propia vida y tienen un interés en conservarla y protegerla del daño. El valor moral se refiere exclusivamente a la sintiencia en sí misma, y a ninguna otra característica.
Si comprendemos que las diferencias de inteligencia no son relevantes entre seres humanos, también deberíamos poder comprender que esas diferencias son igualmente irrelevantes cuando se trata de otros animales sintientes. En lo que concierne a la inclusión en la comunidad moral, la única característica relevante es la sintiencia. ¿Por qué? Porque sólo los seres sintientes poseen identidad. Sólo los seres dotados de sensación tienen conciencia - conciencia de sí mismos y de lo que les sucede. Por tanto, tienen un valor intrínseco que no depende del valor instrumental que puedan tener para otros. Si el razonamiento se basa en la lógica, y la lógica se fundamenta en el principio de identidad, entonces respetar el principio de identidad nos obliga a respetar a los seres que poseen identidad. Una moral racional (igual que una ciencia racional) significa actuar de forma coherente con la lógica.
Si un ser es sintiente entonces es un sujeto. Si es un sujeto entonces no debe ser tratado como un objeto. Por tanto, es una persona.
Resulta poco menos que chocante que al mismo tiempo que entendemos que seres humanos que poseen menor nivel de inteligencia que nosotros (bebés, niños, incapacitados, seniles,...) no merecen menos consideración sino que, en todo caso, merecerían más consideración por nuestra parte debido a su situación peculiar, resulte que luego argumentamos en favor de la opresión sobre los animales nohumanos apelando a que ellos son menos inteligentes o a que ellos no se pueden defender de nosotros ("los animales no tienen capacidad de reivindicar sus derechos" se suelen alegar a menudo). Aquí se produce una contradicción cuyo único fundamento real es discriminar arbitrariamente entre quienes somos humanos y quienes no lo son. Esta es la base del prejuicio que denominamos especismo.
Por último, ¿qué papel se supone que tendría la inteligencia en relación con la ética? La inteligencia sólo puede ser una característica relevante en lo que se refiere a la agencia moral, es decir: la capacidad de comprender y aplicar reglas morales. Para esto es requisito necesario poseer un determinado nivel o grado de inteligencia. Obviamente no se le puede exigir a nadie que cumpla con determinas normas de conducta si ni siquiera puede comprenderlas e interiorizarlas. Aunque el sentido moral se ha detectado en otros animales, la capacidad moral sólo parece desarrollarse, por lo general, en los humanos adultos.
A menudo se afirma que la diferencia de inteligencia nos justifica en explotar a los animales que no son humanos; pero la verdad es justamente lo opuesto: precisamente porque somos inteligentes en gran medida es por lo que tenemos la obligación moral de respetar a los demás animales. Es decir, tratarlos como personas, y no como objetos.
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