Esa red, que sacaría partido de fenómenos puramente cuánticos, sería fundamentalmente diferente de la internet clásica que utilizamos ahora. Hay grupos de investigadores de todo el mundo que trabajan en las primeras etapas de su desarrollo, etapas que prometen ya una privacidad y una seguridad prácticamente inviolables de las comunicaciones. Una red más madura podría incluir una serie de aplicaciones científicas, y no solo científicas, imposibles con los sistemas clásicos; por ejemplo, unos sensores para la detección de las ondas gravitatorias.
Un equipo de prominentes investigadores de la internet cuántica en la Universidad Tecnológica de Delft, Holanda, acaba de publicar una hoja de ruta que presenta las etapas que recorrería hacia su plenitud y detalla las dificultades técnicas que cada una planteará. Se describen sus predicciones en el número del 18 de octubre de
La tecnología complementaría pero no sustituiría a la internet actual, podría llegar a difundirse tanto entre los grandes usuarios, los laboratorios universitarios, por ejemplo, como entre los consumidores individuales[...]
Los investigadores han expuesto seis etapas de sofisticación que una internet cuántica futura podría alcanzar y lo que los usuarios podrían hacer en cada una de ellas. 0 Una red de nodos de confianza : los usuarios pueden recibir códigos generados cuánticamente pero no enviar o recibir estados cuánticos. Dos usuarios finales pueden compartir una clave de encriptación (pero el proveedor del servicio también la conocerá). : los usuarios finales reciben y miden estados cuánticos (pero no tiene por qué intervenir el fenómeno cuántico del entrelazamiento). Dos usuarios finales pueden compartir una clave privada que solo conozcan ellos. Además, los usuarios pueden tener su contraseña verificada sin revelarla. 2 Redes de distribución de entrelamiento dos usuarios finales cualesquiera pueden obtener estados entrelazados (pero no podrán guardarlos). Estos proporcionan la encriptación cuántica más fuerte posible. 3 Redes de memoria cuántica dos usuarios finales cualesquiera obtienen y guardan qubits (la unidad cuántica de información) entrelazados y pueden teletransportar la información cuántica entre ellos. Las redes permiten la computación cuántica en la nube. 4 & 5 Redes de computación cuántica: los dispositivos de la red son ordenadores cuánticos plenamente desarrollados (capaces de efectuar la corrección de errores en las transferencias de datos). Estas etapas permitirían diversos grados de computación cuántica distribuida y del uso de sensores cuánticos, con aplicaciones en experimentos científicos. Fuente: Revista Investigación y Ciencia