Desde la antigüedad, filósofos griegos han intentado dar una aproximación a las perturbaciones emocionales que enfrenta el individuo. Es así que por ejemplo, Epíteto afirmaba en su muy conocida frase:
» Los seres humanos no sufren por las cosas o hechos en sí, sino por la interpretación que tienen de ellos»
Ahora bien, muchos enfoques de la psicología han propuesto que para llegar a la formación de algún tipo de padecimiento psicológico es necesario por ejemplo: echar un vistazo al pasado, echar otro vistazo a los estímulos incorrectos que el individuo está teniendo, etc. Sin embargo, pocos han coincidido en argumentar que la persona misma es la que «genera sus propias dificultades». Si nosotros queremos tomar una mirada directa y penetrante de parte de otra persona, como una ofensa, entonces será una ofensa; sin embargo si interpretamos como que la otra persona está solo buscando una forma de encontrar la verdad y debido a ello se siente disgustada, entonces será aquello.
En el baile de la interpretación de los hechos obviamente también danzan las costumbres, los hábitos, la cultura; todas ellas tan arraigadas a nosotros como seres humanos y que por supuesto se van trasmitiendo de generación en generación ( de bisabuelos a abuelos, luego a padres y por último, a los hijos). Entonces, si mamá dice que si el novio ve a su prometida vestida de novia minutos antes de contraer matrimonio, lloverá un cúmulo de mala suerte y desdicha sobre la futura pareja. E incluso demuestra con evidentes ejemplos lo que le pasó a su tía y cuñada cuando les sucedió aquello. Muy probablemente la hija de esta «experimentada» madre, con posteridad estará compartiendo dicha interpretación de mala suerte y de desdicha por haber visto al novio tiempo antes de casarse y a las semanas empieza a tener síntomas como falta de motivación, molestias musculares, falta de sueño, etc. El marido empieza a angustiarse por su esposa, empieza a irle mal en el trabajo y finalmente lo despiden. Empiezan las riñas, la incomunicación, y la llama del amor en esta pareja poco a poco se va consumiendo. Lo peor de todo: nadie supo cómo diantres se originó el problema.
Así podemos pasarnos, todo el día completo ejemplificando casos sobre las famosas interpretaciones insalubres. Interpretaciones que, como reitero, se configuran en la mente, están influenciadas por numerosos factores y se van trasmitiendo de generación en generación.
Esto es solo es un extracto del maravilloso mundo de los problemas humanos en la psicología. Si te gustó o no , coméntame en los casilleros de abajo. Me encantaría saber tu opinión al respecto. ¡Qué tengan buen día! y ¡cuidado con las interpretaciones!