Título: La interpretadora de sueños
Autor/a: Rafael R. Costa
Editorial: Espasa
Idioma: Español
Número de páginas: 400
Saga: —
Cuando la joven Sarah Georginas Parker embarca en el Titanic, poco puede imaginar que sus planes cambiarán para siempre. Son los años veinte, una época especialmente dura para una mujer judía con un hijo pequeño en una ciudad como Praga.Ante las circunstancias adversas que le depara el presente, pone rumbo a Estados Unidos, donde trabajará como interpretadora de sueños, de acuerdo con las enseñanzas de Sigmund Freud. Su gabinete pronto será frecuentado por lo más granado de la alta sociedad neoyorquina y su vida dará un giro.Sin embargo, al cabo de veinte años, Sarah vuelve a Europa: tiene un asunto pendiente. Pero son los años cuarenta y estalla la Segunda Guerra Mundial.
Muchas gracias a Espasa por el envío del ejemplar.Lo reconozco, lo primero que me llamo la atención de este libro fue su portada. Me pareció tan simple pero elegante que no pude resistirme. Después, cuando me leí la sinopsis, el hecho de que el Titanic y la Segunda Guerra Mundial apareciesen entre sus páginas fueron el empujoncito que me faltaba para desear finalmente leerlo.
Sarah Georginas Parker es una de las supervivientes del Titanic. Lamentablemente, el hombre con el que se caso horas antes de que el enorme barco se hundiese, Willfred Lorre, no sobrevivió. Desde entonces ha tenido que cuidar a su hijo Rudolf completamente sola, ya que la familia de su marido no acepta el documento de matrimonio que ambos firmaron. Cuando Georginas se da cuenta de que en Praga no puede continuar viviendo, decide partir junto a su hijo a América donde abrirá un gabinete de interpretación de sueños.
Lo que sucede en esta novela no era lo que yo me imaginaba, aunque no por ello me ha defraudado. Yo me esperaba que en alguna parte del libro, al Titanic le dieran mucha más importancia de la que realmente ha tenido a lo largo de la novela, que ha sido prácticamente nula. Pero dejando eso de lado, me ha encantado poder observar la vida de Georginas. Especialmente, a partir del momento en el que decide ir a América. Poder ver la forma en la que tenían que viajar en el barco, como los trataban al llegar a la frontera, la manera en la que se decidía quien podía entrar y quien no, las dificultades que tiene que soportar en un lugar nuevo, lo rápido que se acaba el dinero... ha sido algo muy sorprendente y completamente nuevo para mí.
Por otro lado, lo que más me ha marcado es el momento en el que decide volver sola a Europa. Decide volver en el peor momento del mundo, cuando ha estallado la Segunda Guerra Mundial y Hitler aterroriza a media Europa, persiguiendo judíos y quemando libros y sinagogas a diestro y siniestro. Georginas es judía, y tendrá que jugar con su pasaporte norteamericano y sus buenas amistades hechas en el pasado para conseguir aquello por lo que ha vuelto. Tengo que reconocer que se me ha encogido el corazón más de una vez en esta parte de la novela porque, aunque conoces parte de la historia, leerlo y vivirlo junto a un personaje no es lo mismo.
En cuanto a Georginas, es una mujer luchadora, que a pesar de haber perdido a su marido en un barco, decide volver a embarcarse por el bienestar de su hijo. No se rinde ni se acobarda ante nada ni nadie y es completamente leal a sus principio. Me ha encantado poder verla evolucionar a lo largo de toda la historia.
A pesar de que el resto de personajes es importante, no han tenido tanta importancia como nuestra protagonista. Aunque tengo que destacar que aparecen personajes muy conocidos por todos nosotros tales como Kafka, Hitler, Houdini, Freud...y encontrarles en la novela es algo que me ha sorprendido muchísimo
En definitiva, La interpretadora de sueños es un libro sorprendente que nos transporta a un época completamente diferente pero no tan distante. Y nos muestra, como una mujer con un hijo es capaz de luchar para mantener a su pequeña familia a flote.