La intimidación en la niñez puede llevar a consecuencias a largo plazo para la salud, incluidas las cuestiones de salud en general y mental, problemas de conducta, trastornos de la alimentación, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la falta de vivienda, según un estudio del Instituto de las Víctimas del Crimen en Sam Houston State University.
Lo que se desprende de estos resultados es que la victimización por acoso escolar que ocurre temprano en la vida puede tener consecuencias significativas y sustanciales para esas víctimas más adelante en la vida. Por lo tanto, las consecuencias adversas para la salud por la victimización tienen mucho más alcance que un simple daño inmediato o trauma. Entender estas consecuencias a largo plazo es importante para evaluar el verdadero número de víctimas de la delincuencia en la sociedad, así como para responder a las víctimas con mayor eficacia.
En las conclusiones del estudio se recomienda invertir en servicios a las víctimas y programas eficaces de prevención, como el Programa de Prevención de Intimidación Olweus, una iniciativa basada en la escuela para prevenir la violencia. Los programas pueden ayudar a resolver el trauma inmediato, tanto mental como físico, que experimentan las víctimas.
Este tipo de inversión también pueden tener el beneficio adicional de reducir los efectos negativos a largo plazo identificados en este y otros estudios, lo que reduciría el alto costo que nace de la victimización creada por las propias víctimas cuando los traumas degeneran en conductas delictivas, el sistema de salud y la sociedad en general.