La intolerancia de sus hijos hizo que una pareja de Vandellòs se lanzara a la fabricación y comercialización de bollería sin leche ni huevo, una iniciativa que un año después de ponerse en el mercado suministra sus productos a más de 40 puntos de venta.
Según ha explicado Eva María Fornós, copropietaria de la empresa Productos Nat, las dos hijas de Eva y Manel Monclús no pueden consumir leche ni huevos, por lo que sus padres comenzaron a hacer bollería sin esos ingredientes.
Sin embargo, decidieron que harían la bollería no solo para sus hijas, sino que la fabricarían para todas aquellas personas con alergia a la lactosa, al huevo, a las proteínas de la vaca y a los frutos secos y sus derivados; a los amantes de los productos naturales y a los consumidores veganos (que no comen nada de procedencia animal).
La pareja decidió cerrar el restaurante que regentaba y abrir, en el Vivero de Empresas de Vandellòs i L´Hospitalet de l´Infant, Productos Nat, una empresa que el pasado 29 de abril cumplió un año de vida con sus productos en más de 40 puntos de venta, sobre todo en Madrid, y varios proyectos como “lanzar una línea de productos aptos para diabéticos”, dice la propietaria.
Ellos dos son los únicos trabajadores de la empresa, a causa de la crisis, aunque creen que pronto tendrán que contratar a alguien más, y se encargan de todo, desde la creación de las fórmulas, hasta hablar con los médicos que les asesoran.
Uno de los ingredientes que usa Productos Nat es la harina de algarroba -el Camp de Tarragona es uno de los principales productores de este producto- que contiene azúcares naturales, proteínas, hidratos de carbono, fósforo, potasio, calcio (más que la leche), hierro, pectina, lignina y vitaminas A, B1 y B3 y ayuda a proteger el organismo.
En el catálogo de Productos Nat figuran magdalenas, “muffins”, bizcochos, brioches y el “choconat”, una especie de “brioche” relleno, aunque también elaboran productos tradicionales de temporada, como los roscones de reyes, las monas de Pascua y, en los próximos días, “coca de cerezas, que será un producto muy natural y con una fecha de caducidad muy baja”.
Al no utilizar nada de procedencia animal, toda su bollería es muy baja en grasas saturadas y, además, en su obrador “tampoco entra ni palma, ni coco”, por lo que son productos también indicados para personas que sufren colesterol.
La empresa produce bajo demanda, elaboran entre 300 y 500 kilos al día y han tenido una muy buena aceptación, se congratula Fornós, contenta por llevar adelante un proyecto suyo, pero que también hacía falta a más personas que, como sus hijas, no podían comer esos dulces y ahora, pueden.
Fuente: EFE
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