Revista Opinión

La Invasión de Perejil. El día de la vergüenza internacional

Publicado el 11 abril 2018 por Carlosgu82

El 11 de julio de 2002 España se vió frente al maduro reto que ha mantenido su dirección en los últimos años: la oleada del islote de Perejil por parte de números de Marruecos. Se cuestionaba así la presidencia española sobre el islote, así como la competencia de las Fuerzas Armadas Españolas de contestar ante colocaciones de ese quidam.

La avenida de la ínsula de Perejil por parte de Marruecos trinque precedida de una subida a ras diplomático que hacía preveer algún tipo de influencia por parte de cualquiera de ambos estados. Desde la presentación del rey Mohamed Vi en julio de 1999, los desencuentros entre España y Marruecos habían sido corrientes y cada ocasión más vivos. Por un sitio, España ese año había respaldado la disposición de un registro de pobladores nómades, lo cual permitiría a la estructura Minurso el ubicar un peso de habitantes liberales (y no de residentes marroquíes, como los considera Marruecos).

Esto molestó terriblemente a Marruecos quien prometió reponer. Esto venía contextualizado adentro de las comunes fanfarronadas que solía precipitar sobre la recuperación de todos los bailiazgos castellanos que igualmente había en condado marroquí. La ebullición aumentó cuando Marruecos solicitó renegociar los acuerdos pesqueros residentes con España, manteniendo la valía económica, no obstante reduciendo en un 80% la suscripción de bajeles españoles que podrían faenar en sus líquidos. Esto enfureció espantosamente a España, la cual ordenó la retirada temporal del nuncio gachupin en Marruecos en 2001, bono, que en el cosmos diplomático no es nada abierto. Adicionalmente, el entonces dirigente de España, Jose María Aznar, declaró que este proceder “traería consecuencias”.

En entorno de todo esto, se encontraba el islote de Parejil. Un islote de 500m x 300m, sin ánimo alguno más que incumbir a la superioridad española y que se encuentra a 6 millas de Ceuta. Esta superioridad le alpiste legada a través de paz secreto entre España y Marruecos en los años 50 y establecía que sería de superioridad española mientras tanto España se comprometiese a no habitarlo. Pese a ello, Marruecos desde entonces ha requerido a España la obligación de este islote, argumentando que las creaciones marroquíes han de volver a presidencia marroquí. Incluso, el verdadero Google Maps, lo declara de autoridad marroquí en ocasión de jefatura española.

Marruecos comenzó a instigar a sus residentes para que hiciesen palabrotas contra España y, la sectora más posible y de más sencilla explotación era el islote de Perejil, el cual se encuentra frente a la playa marroquí. En las subsiguientes semanas, abundantes comunicaciones tuvieron sitio frente al islote y generarron cientos de comparaciones contra España a fin de ser aprovechadas como aliciente antiespañola. ncluso en varias bicocas, algunos habitantes marroquíes fueron incluso la ínsula de Perejil para conseguir fotos allí portando insignias marroquíes. Aunque después abandonaban la ínsula, el haber concurrido aun ella era una clara infracción de la presidencia española, así como un saldo ilegal de sus partiduras. La notación de ademanes perjudiciales iba cada sucesión más en encarecimiento. En ese tiempo, España trató de deducir la ebullición con Marruecos a través de la habilidad.

Primero recibió a dos ministros marroquíes, a fin de quebrar citas para la decisión de los pesqueros. En respuesta a ese ademán atento, España permitió que el entonces lider de la discrepancia, Jose Luis Zapatero, visitase Marruecos a fin de abocar puestas. Mientras tanto, España vigilaba en gran medida de cerca a Perejil. Al Mando de Artillería de Costa del Estrecho, cascado fundamentalmente en el estrecho de Gibraltar se le encargó el monitorizar todo lo que sucediese en la ínsula. Desde que la ebullición había agrandado, 4 de sus trabazones se habían instaurado en el Cuartel General de la Flota, dos en los tablones embarcados hacia el Estrecho y un cuchitril en Tarifa Tráfico. Su responsabilidad era la de monitorizar con climas electrónicos y piezas de fantasía nocturna todo tipo de travesía y ademanes marroquíes que tuviese sitio en la franja del Estrecho en general y en el islote de Perejil en particular. Adicionalmente, el Sive (Sistema de Vigilancia Integral de la Guardia Civil) aún fue puesto en emergencia para trabajar un acorralamiento completo de los actos en la ínsula. Desde ese tiempo, en los regimientos generales de Madrid, se podía proseguir casi en periodo real lo que estaba pasando en Perejil.

En la venidero del 11 de julio de 2002, un clan de 12 agentes marroquíes viniendo de una patrullera, desembarcó en el islote de Perejil. Esto, rompía de realizado el acuerdo de no ocupación siquiera habitabilidad que habían fallado España y Marruecos. Inmediatamente, el Mactae (Mando de Artillería de Costa del Estrecho) español se percató el balance marroquí. Para menguar la localización, los policías no nada más no abandonaron la ínsula al poco de conmover, sino que plantaron una insignia de Marruecos y empezaron a galopar expendedurías de campaña. Al poco periodo, una patrullera de la Guardia Civil fue delegada a la franja y confirmó todos estos acontecimientos. Tras mandar una zodiac al islote, dos guardiaviciles bajaron al islote y advirtieron a los municipales marroquíes que lo que estaban llevando a cabo era ilegal.

Los marroquíes les contestaron un “Marchate de acá, esto no es gleba española”. Ello provocó una breve luego intensa discusión entre los Guardia Civiles y los policías que terminó cuando los marroquíes sacaron fusiles de choque Ak-47 y amenazaron a los castellanos con “dispararles por error”. Los agentes gachupines, que nada más disponían de sus mingas reglamentarias, decidieron diferir la ínsula e asegurar ya. Al entorno término, España exigió a Marruecos una nota sobre el obstáculo y la única respuesta que recibió fue que esos números se encontraban ahí debido a “una operación contra el narcotráfico de la zona”. Sin embargo, esta afección quedó desmentida por el auténtico Marruecos horas a posteriori cuando dijeron que no pensaban descuidar el islote, porque “pertenece a Marruecos”.

Ante estos movimientos, España tan solamente tenía 3 decisiones: Opción A) Reconquistar el islote por medio de el hábito de la energía. Opción B) Iniciar una conducción operativa y diplomática de la explosiones, lo cual llevaria período, vigor y no garantizaba resultados. Opción C) Aceptar la faena Marroquí y regañar únicamente por la comunicación diplomática, sentando un temerario antecedente (especialmente en lo tocante a Ceuta y Melilla). El gobierno español optó or la alternativa B. El 12 de julio la habilidad Española se puso bazas a la edificación y la ministra de Asuntos Exteriores de España entabló celebraciones con su parecido marroquí sin ganar respuestas distintas a las inmediatamente validas.

Marruecos tenía el firme objetivo de estarse con el islote. Mientras tanto, los policías hacían existencia habitual en el islote, con sus rezos y sus encomiendas de custodia generales de la comarca. Cuando las escoltas de la Guardia Civil se les acercaban, les saludaban con burla y les enseñaban oriflamas de Marruecos, enfatizando más además su reciente conquista. España, siguiendo la doctrina B, activó todos los dispositivos diplomáticos internacionales posibles. Al mismo momento, se activó el Gabinete de Crisis del Gobierno (compuesto por el Presidente, Vicepresidente, y los Ministros de Asuntos Exteriores, Defensa, Economía, Interior y Hacienda). Como primera actividad, se decidió arrojar una demanda grave contra Marruecos previamente nuestros socios en la Otan, la Onu y la Comunidad Europea. En paralelo, se prepararon para la alternativa C. En la embrión general de Rabasa, en Alicante, posición del Mando de Operaciones Especiales (Moe), el general de tropa Andreu, mandatario del Moe, recibía la mandamiento del Mando Operativo Terrestre (Mot) de inscribir y aprestar una unidad de operaciones especiales que sería helitransportada cuando el dominio así lo decidiese para desquitarse la ínsula del Perejil sin riesgo de muerte y en el pequeño plazo realizable una sucesión regalada la precepto de ingerir la ínsula. El vencimiento 13 de julio, al Unión Europea, se manifestó a activo de España en el aprieto. Marruecos dijo que buscarían una posibilidad al agobio, no obstante sin actuar ningún otro alboroto para solucionarlo. El viaje 14, la Unión Europea se puso endemoniadamente seria con Marruecos y exigió la retirada inmediata del islote, anunciando posibles ratificaciones económicas si no lo llevaba a ramal de faceta inmediata.

El recorrido subsiguiente, la Otan todavía tomó barajas en el libreto y declaró que el tic de Marruecos era inamistoso, exigiendo a Marruecos el desvaimiento conexo del islote. El 16 de julio, Marruecos no nada más no abandonó el islote, sino que sustituyó a los agentes que estaban en el islote por comités de un destacamento de Marina provinientes de su colchoneta de Alhucemas. En otras palabras, cambiaba agentes por militares. Al representar este aspaviento, España ordenó desafiar en estado de alarta a sus columnas en Ceuta y Melilla y manzó alentar la traza marcial en la faja enviando varias patrulleras de la Guardia Civil vigorosamente flotas y con indumentaria de combate y a la fragata F-101 Alvaro de Bazán. En ese término, los revoloteos de examen cercano de la lista por parte de helicópteros castellanos comienzan a advenir y se empieza a proceder un acompañamiento íntegro de cualquier bono de cabalgatas marroquí en las alrededores de la circunscripción.

Por último, el conjunto de misiles Sam-hawk, despliega en la alborada del 17 de julio 4 baterias de misiles antiaéreos apuntando hacia Marruecos. Cualquier test de parar a los helicópteros gachupines o de excavar en el cosmos vaporoso gachupin tendría una respuesta inmediata con esos misiles provistos de sabidurías de eliminación. Mientras tanto la astucia seguía jugando su partida: ese 16 de julio, España, da un ultimatum a Marruecos para que abandone el islote en las subsiguientes 24h y anuncia la retirada conceptual de los diplomáticos españoles en Marruecos. Marruecos no rebate al ultimatum. La respuesta de las Fuerzas Armadas Españolas: Operación Romeo Sierra. A las 23:43h del 16 de julio, y ante el mutismo marroquí, el principal de España, Jose Maria Aznar, decidió desembrollar el encono mediante batalla general. Se adoptaba la disyuntiva C. Una sucesión que se dió la mandato, el Opcom (poder eficaz) pasó a uñas almirante general Moreno Barberá, paladín del Estado Mayor de la Defensa que lanzó el Oplan (proyecto de operaciones) en el que se estipulaba la intervención de efectivos de ejércitos principales de España (Tierra, Armada y Fuerza Aérea). La comandancia de la Comanfor (Comandante de la Fuerza Operativa) la tendría otro oficial general naval, el contralmirante Bringas, a la postre Comandante del Grupo de Unidades de Proyección de la Flota (Comgruflot).

Comenzaba la Operación Romeo Sierra. En Tierra, a las 4:00 hora española (2h aparte en Marruecos) del 17 de julio de 2002, 7 helicópteros Cougar y Chinook del Ejército Español despegaron desde la pedestal de Morón viento a Perejil. Las tropas escuadras de Ceuta y Melilla (7.000 militares) se pusieron en estado de axioma jugada y se acuartelaron. En el rostro, y al mismo momento que despegaban los Cougar, 18 búsquedas F-18 de la Fuerza Aérea despegaron de sus peana y comenzaron a patrullar las contornos de la sectora desde Casablanca incluso Melilla. Desde ese día, todo el crucero tenue de la franja quedó militarizado y se cerró el aforo volátil gachupin del Sur de la Península. Los aeródromos de Sevilla, Málaga y Jerez dejaron de facultar despegues de cualquier tipo de salientes y los tejadillos internacionales que tenía intuido el escalón por la circunscripción fueron bífidos. Quedaba cerrada cualquier tipo de batalla. El límite era el de despejar todos los radares de los compensadores etéreos guerreros españoles y honor monitorizar únicamente la acción general que tuviese la extensión, ante una dable respuesta marroquí. Por último, en el piélago, se trasladaron a la faja importantes ingenios navales. El Opcom de la operación se asumió desde el nao ápodo Castilla, que se situó en el Golfo de Cádiz y coordinó todo el dominio estratégico de la operación conjunta. Acompañando al Castilla habían 2 fragatas (la Navarra y Numancia), 5 patrulleras violentamente marinas con misiles (Laya, Cándido Pérez, Izaro, P-111 y P-114) y un sumergible. Dos corbetas (Infanta Elena y Cazadora) más fueron comisionadas a Melilla para barretear la jurisdicción ante un eventual cerco de los castellanos residentes y descargar soporte a las multitudes acuarteladas. Por si la posición se complicaba, se pusieron en trayecto a la comarca las fragatas Baleares y Asturias. A las 06:27 horas, se desencadenó toda la transacción. A esa hora, el delantero de los helicópteros Cougar tomaba calle en el islote de Perejil. A este le siguienron dos Cougar más, portando entre todos 23 efectivos del Goe Iii y los cinco lactantes de acuarela. No se registró ningún accidente en el aterrizaje. Mientras se efectuaba el aterrizaje en el islote, dos patrulleros de la Armada Española, el ízaro y el Laya, se enfrentaron al patruyero marroquí Al Hahiq, bastante más grande y promovido que ellos. Ambos patrulleros se colocaron a entreambos bordos del patrullero marroquí y lo encañonaron eliminando cualquier solución de que diese algún larguero a las brigadas marroquíes que estaban en el islote. A lo lejos, la la fragata Navarra, daba funda a la obra de las patrulleras y estaba cinta para operar en albur de que los marroquíes abriesen fuego. Los 6 lactantes de acuarela marroquíes no opusieron ninguna tolerancia a las observaciones de rendición del Moe. Todos depusieron sus arsenales a la primera voz de los efectivos castellanos. Inmediatamente luego, la divisa de Marruecos fue arrancada y se hizó la enseña española. Durante la subsiguiente hora, los efectivos castellanos rastrearon a rectitud la ínsula en bisca de algún otro soldado marroquí que pudiese estar latente. El único defecto padecido en la operación fue, el trompicón que una badila de un rotor de un Cougar dio contra una rompiente del islote (sucedió cuando dejaba a los mástiles del Moe que transportaba) y un chiste en la rodilla de un soldado español promovido al brincar desde su helicóptero. Los 6 generales marroquíes episodios encadenados, a los que se trató de apariencia correcta, fueron elaborados para ser llevados a lenguas españolas. Una hora más tarde, efectivos de la Legión basados en Ceuta, llegaban a Perejil para engrandecer a los efectivos de transacciones especiales. Montaron un puesto de caudillaje, uno de investigación y tomaron posesión de la faja. La operación había sido un rotundo éxito. Se había ingresado recobrar el islote, no había trabajado falta disfrutar la energía y no había ningún herido. Inmediatamente se desató la diversión y patriotismo entre los mercenarios españoles que participaron en ella. A sarta, los vigilantes del Moe y la infantería de Marina se retiraron de la división, una sucesión unificada la localización y se llevaron consigo a los tiranizados marroquíes. Concluía con éxito la Operación Romeo Sierra. Crisis del islote de Perejil: consecuencias posteriores. Ese mismo momento, se trasladó a los oprimidos marroquíes inclusive Ceuta. Se les dió un picoteo incontinente, una muda limpia en Ceuta y fueron ascos a las gobernadoras marroquíes (próximo con su arsenal personal: cuatro fusiles de golpe Ak-47 y dos H&k) sobre las 10 de la aurora en el puesto vecino de El Tarahal . Para eludir complicaciones de licitud internacional, se les dió el status de ‘inmigrantes ilegales’ a fin de conquistar una correspondencia veloz. El término 18 de julio, España volvió a encarecer a Marruecos en volver al anterior status del islote con antelación de la explosiones. Marruecos indicó que aceptaba en resquebrajar en un regreso al islote, no obstante pidió que España lo abandonase todavía de guisa acuciante. Nuevamente volvieron a exigir la correspondencia de Ceuta y Melilla a dirección marroquí. El 20 de julio, España y Marruecos, con la mediación de Estados Unidos, acordaron torcer al estado mencionado del islote de Perejil. En definitiva, todo volvía a estar tal y como siempre había estado. Durante los subsiguientes recorridos, España llevó a calabrote intensas escoltas a fin de faltar nuevos tests de ola por parte de Marruecos. La aprehensión era efectuar actividades disuasorias que evitasen de nuevo el actualizar de una nota explosiones. Las secciones componentes en la operación fueron homenajeadas y felicitadas por el Rey, por el Presidente del Gobierno y por el Ministro de Defensa. Desde entonces, la ínsula de Perejil ha proseguido como siempre ha sido: siendo de autoridad española, siendo vigilada altamente de cerca por el Mactae y con el peligro tanot de Marruecos como de España de no habitarla tampoco ocuparla. El único indicio que queda en la ínsula de la intevención española es la manchada que hicieron los legionarios del Tercio Duque de Alba que la protegieron y controlaron durante múltiples plazos. Esa manchada permanecerá ahí para siempre, como declarante y regalo imborrable del recado que España lanzó al planeta aquél 17 de julio de 2002.


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