Como lo he comentado en otras ocasiones, soy un amante de los insectos (en general de todos los artrópodos, de hecho), y siempre me emociona saber que los insectos llegan a volverse noticia. Pero en estos días, la atención de los medios de comunicación sobre un insecto ha ido más lejos de lo que cualquiera podría pensar. Y es que hace no tanto se confirmó la existencia de nidos de avispones asiáticos gigantes en Washington, lo que ha disparado las alarmas tanto porque es una especie de importancia médica para los humanos, como por representar un riesgo a los ecosistemas y a la apicultura.
Los avispones gigantes están en mi top de los más bellos y fascinantes del reino de los insectos, tanto por su forma y tamaño, como por la manera en que sobreviven, lanzándose a sus presas directamente (en ocasiones, más grande que ellas) sin importar si se trata de otro insecto, un roedor o un pequeño lagarto. Pero si algo distingue a esta especie para los insectolovers, es su capacidad de hacer la guerra a colmenas de abejas melíferas y a otras avispas por igual. Pero es este último comportamiento el que preocupa a las autoridades norteamericanas, que se vuelva en una especie invasora causante de serias pérdidas económicas y ambientales.
Sin embargo, han salido muchos artículos periodísticos que rayan en el sensacionalismo y asustan a la gente con el mame del "Ahora el 2020 nos trae esto". Que el avispón asiático esté en América es tanto un problema como un enigma interesante, pero está lejos de representar una catástrofe como la que insinúan algunos portales, ya de por sí famosos por su falta de rigurosidad científica.
¿Avispón asesino?
Para diferenciar el amarillismo de algunos medios y despejar los miedos que éstos generan, hay que saber primero de qué especie se trata el avispón asiático gigante, y cuál es el problema que representa. Los distintos medios han hablado de la invasión de este insecto entre la frontera noroeste de EEUU y Canadá (en particular en Washington y en la Isla de Vancouver en la Columbia Británica), como una amenaza para las personas por su picadura venenosa, y porque podrían convertirse en una plaga que amenace a la apicultura.
El biólogo evolutivo, Jerry Coyne, describía de la siguiente forma a este avispón en un artículo viejo de su blog Why Evolution Is True:
"Son horriblemente enormes, con un cuerpo de dos pulgadas [cinco centímetros] (con un aguijón de un cuarto de pulgada que inyecta un veneno potente) y una envergadura de tres pulgadas [más de siete centímetros]. Sus picaduras matan a varias docenas de asiáticos anualmente."
Para aquellos que no les gustan tanto los insectos, tal vez encuentren en la opinión de Coyne una descripción precisa. Los avispones de los que hablamos no son otros que los que pertenecen a la especie Vespa mandarinia, los más grandes en el mundo de las avispas. En estos tiempos es muy común ver que muchos medios se refieren a ellos como "avispones asesinos" o "avispones de la muerte", pero el primer nombre no es de uso común entre los entomólogos, mientras que el último parece un total invento actual de los medios sensacionalistas. Aunque muchos medios han relacionado este avispón con China, al hacer énfasis sensacionalistas entre este invasor y el coronavirus de la actual pandemia, lo cierto es que se trata de una especie extendida en todo el continente asiático. De acuerdo a la Avispapedia, puede encontrarse <<en la región de Primorsky Krai de Rusia, Corea del Sur (donde se le llama; "Abeja comandante"), China, Taiwán (donde se llama "Abeja cabeza de tigre"), Indochina, Nepal, la India y Sri Lanka, pero es más común en las zonas rurales de Japón, donde se le llama abeja gorrión gigante.>>
Estos avispones son famosos por sus tácticas de invasión de colmenas, tal como explicaba Coyne:
"No contaré toda la historia aquí, excepto para decir que una pequeña banda de estas avispas, incitada por una sola avispa exploradora, que encuentra un nido y lo marca como fatal al depositar una gota de feromona que atrae a sus cofrades, puede diezmar una colonia de 30,000 abejas asiáticas en pocas horas, decapitando a las abejas desventuradas con sus fauces cortantes. Luego asaltan la colonia de abejas con miel y larvas, que llevan a sus propios nidos para depositar en las fauces de sus voraces avispas larvarias."
Para que no lo tengan que imaginar, unas pocas decenas de estos avispones son capaces de matar miles de abejas en cuestión de horas:
Esto es el tipo de cosas que preocupan a los apicultores y entomólogos, si el avispón llega a asentarse en América. V. mandarinia no solo ataca las colmenas de abejas, sino que además es capaz de matar también el nido de otras especies de avispas más pequeñas e incluso, si es necesario, es capaz de atacar las colmenas de su misma especie, con tal de conseguir el alimento necesario para sus larvas. Con estas descripciones, ¿cómo no pensar en el avispón como un monstruo? En realidad, este comportamiento de invadir los nidos de otras especies, se observa también en otras especies de avispas endémicas de América, tales como las de los géneros Vespula y Dolichovespula, a las que pertenecen las conocidas como "chaquetas amarillas" (Yellowjacket) y los avispones de cara sin vello (que dicho sea de paso, no son avispones, sino avispas).
Preocupante invasor
Las avispas americanas presentan esta conducta de depredación por las mismas razones que los avispones asiáticos gigantes, tal como explica el naturalista y periodista científico Ed Ricciuti:
"Una colmena tiene un menú completo para una chaqueta amarilla hambrienta: abejas adultas y larvas para proteínas más miel y polen para carbohidratos. Las colmenas y las abejas que viven en ellas son particularmente importantes más adelante en la temporada porque otros insectos de presa y fuentes de néctar están disminuyendo."
Ricciuti también comenta que el daño que causan este tipo de avispas endémicas es menor comparado con los beneficios que aportan, al deshacerse de distintas plagas, aunque las instituciones dedicadas a la apicultura proporcionan información que favorece la imagen negativa de estos insectos. Pero cuando hablamos de los avispones asiáticos, también Ricciuti señala que "son un problema grave para los apicultores" en Asia, "una verdadera plaga de colmenas de abejas" que, si logra asentarse en América "podría ser una pesadilla para los apicultores."
El problema es que se trataría de una especie invasora, y como tal, es desconocido el impacto que puede tener. Las autoridades norteamericanas han emitido diversas alertas sobre avistamientos de este avispón en su territorio, no porque el avispón por sí solo sea una amenaza total, sino que en la actualidad, la apicultura americana ya atraviesa por algunas crisis que solo se complicarán más si V. mandarinia llega asentarse, según comentó Timothy Lawrence, de la Universidad Estatal de Washington:
"Aquellos de nosotros que trabajamos y estudiamos la abeja melífera, vivimos en constante preocupación por la gran cantidad de amenazas que existen. En la década de 1980, el ácaro varroa cambió para siempre la industria de la apicultura y los servicios de polinización que brindan. Durante los últimos diez años [...] Sin embargo, dos plagas asiáticas diferentes han encontrado su camino hacia América del Norte. Los avispones gigantes asiáticos, Vespa mandarinia en el condado de Whatcom y Vespa ducalis en la Columbia Británica. Si alguna de estas plagas se establece, podría presentar un impacto tal vez no al mismo nivel que Varroa o Tropilaelaps, pero lo suficientemente grave como para causar interrupciones significativas. Además, el avispón generará una crisis de salud pública también."
La preocupación principal de este invasor, es que no sabemos gran cosa sobre cuánto tiempo han pasado estos en territorio americano. No sabemos cuántos nidos pueden existir realmente, ni hasta dónde han logrado extenderse. Es por esto que el Departamento de Agricultura del Estado de Washington ha publicado su " Hornet Watch Report Form", donde ofrece una descripción breve del avispón e invita a los ciudadanos a reportar cualquier avistamiento, con fotografía y ubicación, y así poder contrarrestar la invasión antes que se convierta en un problema difícil de controlar.
Lo que parece mostrar el reporte de avistamientos de Washington, es que las personas parecen estar viendo a estos insectos hasta en su sopa, confundiendo especies endémicas, como Vespa crabro.
Amarillismo, avispones y súper-abejas
Los medios de comunicación han hecho poco para combatir la confusión, y al contrario, solo han contribuido en incrementarla, al presentar avispas de otras especies (o incluso abejas) en sus portadas, tal como señaló (entre otras cosas) el tuitero y divulgador Dr. BioBlogo en un hilo reciente, mostrando fotos donde se identifica erróneamente al avispón:
El Dr. BioBlogo también alerta sobre la desinformación que se ha dado en general sobre el avispón. Tomen de ejemplo lo que se dice de su picadura de V. mandarinia y su letalidad para los humanos:
"Desde 2009 a 2018, en Japón murieron anualmente entre 12 y 24 personas por picaduras de cualquier especie de avispa o abeja. Aunque la causante fuera siempre / Vespa mandarinia / (que NO lo es), son números muy bajos, MUY MUY BAJOS."
Otro ejemplo de desinformación y alarmismo es la conexión que los medios hacen entre este potencial invasor de seis patas y el coronavirus, como si a los insectos les hiciera falta la mala fama:
<<La expansión de / Vespa mandarinia / también podría suponer daños para los apicultores, pues ese avispón depreda de manera notable sobre abejas melíferas en algunos momentos del año.
Pero unir en una misma "noticia" el caso de / Vespa mandarinia / con el Coronavirus (¡¡ que ya ha causado más de 250.000 muertes en el mundo !!) me parece que debería ser motivo de despidos. Es asquerosa esa búsqueda de alarmismo y clickbait.
Y términos como "plaga", "invasión", "avispón asesino" y "veneno mortal" están alejadísimos de la realidad hoy. Sólo conducen a un aumento del odio hacia toda avispa o insecto que se le parezca (¡como si no tuvieran ya mala fama injustificada!).>>
El Dr. BioBlogo enfatiza que el avistamiento de la colmena de avispones ocurrió en 2019 en realidad, y desde entonces, no se ha tenido confirmación de ningún otro nido hasta la fecha, lo que echa por tierra la idea de una invasión en su máxima expresión. Esto no significa que no pueda haber más nidos aún ocultos o no identificados, pero tampoco es una excusa para la exageración a la que recurren los medios.
De cualquier modo, los entomólogos y apicultores están alertas ante el posible problema de una especie invasora de este tipo. Los países del Norte (México y EEUU, sobre todo) han sufrido de la invasión de otros insectos que han causado serios estragos ambientales y económicos por igual. Los más notorios fueron las abejas africanas híbridas y las hormigas de fuego, los cuales, también fueron presentados como el mal encarnado en su momento. Ciertamente son un problema de salud, ecológico y económico, pero tampoco han sido la llegada del anticristo que los medios hicieron ver. En EEUU ya existe una especie de avispa invasora con conductas similares al avispón asiático, la Vespula germánica, con las que los apicultores han tenido que tomar medidas.
Las abejas melíferas tampoco es que estén completamente indefensas ni aquí ni en Asia. Estos insectos sociales han desarrollado un mecanismo de defensa que ha fascinado a todos los biólogos, tal como deja ver el ya citado Jerry Coyne:
"Las abejas melíferas locales han desarrollado una maravillosa contraadaptación: aporrean la primera avispa exploradora que intenta marcar la colmena con una feromona, cubriendo la avispa con una gruesa bola de abejas que vibra su abdomen, elevando la temperatura dentro de la pelota tan alto que el avispón se cocina hasta la muerte (las abejas pueden sobrevivir a esa temperatura)."
Las abejas, como describe Coyne, se abalanzan en el o los avispones exploradores, asándolo vivo a 43° C, usando sus cuerpos, ramas y tierra. En YouTube es posible encontrar algunos videos realmente impactantes:
Estas mismas defensas han sido desarrolladas por las abejas en América en contra de las chaquetas amarillas, por lo que es esperable que, ante un ataque de avispones asiáticos, puedan usar esta estrategia. Si el avispón explorador no informa el lugar de la colmenas, no hay a dónde guiar al ejército invasor. En Europa, a finales de la primer década del actual siglo, se identificó a la avispa asiática como una especie invasora que ha causado algunos problemas a los apicultores, principalmente en Francia y España. Aunque se estima que existen miles de nidos de estas avispas en territorio europeo, y que sí son un problema ambiental y para la apicultura, los gobiernos europeos han sabido sobrellevar el asunto. Por ahora, hay otros peligros a las abejas melíferas que preocupan a los estudiosos, empezando por el ácaroVerroa destructor, con consecuencias nefastas para la apicultura desde hace unas décadas.
Así que, para resumir la cuestión: el avispón asiático sí es un potencial problema ecológico y económico, así como un animal que a nadie le gusta su picadura. Puede que en el futuro se confirme que ha invadido territorio norteamericano, pero tampoco es un problema comparable a la pandemia de COVID-19 ni es un asesino serial de humanos, como lo han pintado muchos medios de comunicación. En México y el resto de Latinoamérica no hemos sabido de un solo avistamiento de estos insectos, por lo que por ahora podríamos estar seguros. En todo esto, solo queda el misterio sobre cómo pudo haber llegado en nido identificado en la frontera EEUU-Canadá, que no es un problema menor, pues si no sabemos de dónde vinieron, ¿cómo estar seguros que no siguen llegando colonias de avispones sin darnos cuenta? ¿Podrían llegar más a otras parte de América, más al centro y al sur del continente? Por ahora solo nos queda esperar que los científicos interesados en el tema puedan hacer investigación para adelantarse a la posible invasión.
Puede que se convierta pronto en un problema para nuestro continente, pero por el momento, yo personalmente solo siento algo de tristeza por los avispones al saber que son usados como suplementos no regulados, según la Avispapedia:
"Recientemente, varias empresas de Asia y Europa han comenzado a fabricar los suplementos dietéticos y bebidas energéticas que contienen versiones sintéticas de las secreciones de las larvas de la Vespa mandarinia, que las avispas adultas suelen consumir. Los fabricantes de estos productos hacen afirmaciones de que el consumo de estas secreciones (comercializados como "jugo de avispa") mejorará la resistencia humana a causa del efecto que tiene sobre el rendimiento avispas adultas. Debido a que estos productos se comercializan como suplementos dietéticos, en lugar de productos farmacéuticos, no tienen que apoyar sus afirmaciones. Algunos estudioshan sugerido que la mezcla de aminoácidos de Vespa, en sí, puede influir en el rendimiento animal en formas menores."
Ah, vaya, más víctimas de la medicina alternativa.
SI TE INTERESA ESTE TEMA
* "Avispón asiático gigante", entrada en la Avispapedia.
* "Hornet Watch Report Form", WSDA.
* "Bee-ware the Giant Asian Hornet!", por Timothy Lawrence, en WSU Tree Fruit.
* "The Asian giant hornet", por Jerry Coyne, en el blog Why Evolution Is True.