Marco A. Gandásegui h*.─ El periodista Eliécer Navarro, del diario Crítica, de la capital istmeña, informó que el “gobierno panameño permitirá que hasta 415 miembros de la Fuerza Aérea de EEUU ocupen territorio nacional durante la primera mitad de 2018 vistiendo uniforme militar y portando armas”. El acuerdo es parte de los ejercicios llamados "Nuevos Horizontes".
En el pasado EEUU ha justificado estas maniobras bajo el supuesto que lo hacen en combinación con la Policía panameña para proteger el Canal. En otras ocasiones usan la excusa de la vieja ‘guerra contra las drogas’. A veces mencionan los bosques húmedos tropicales como áreas para hacer prácticas ‘exóticas’. En esta ocasión todo indica que EEUU tiene en la mira una invasión a Venezuela. Así lo manifestó el secretario de Estado, Rex Tillerson, antes de emprender una gira por cuatro países latinoamericanos la semana pasada.
La Embajada de EEUU notificó al gobierno panameño sobre el ejercicio ‘Nuevos Horizontes’ el 11 de diciembre de 2017. La nota respuesta de Panamá, aceptando la ocupación militar, fue trasmitida casi un mes después, el 4 de enero de 2018. Las tropas norteamericanas entraron a Panamá el 2 de enero, dos días antes que la respuesta de la Cancillería. Aparentemente, EEUU iba a invadir el territorio panameño con o sin la autorización del gobierno. Los ejercicios ‘Nuevos Horizontes’ se están realizando en las provincias de Darién, Veraguas y Coclé. Pueden extenderse a "cualquier otro lugar aprobado por el gobierno de Panamá y la Embajada", según el acuerdo.
Las tropas norteamericanas tendrán una "condición equivalente a la que se otorga al personal diplomática de una Embajada". En otro punto, según el periodista Navarro, “el Gobierno panameño acepta asumir responsabilidad y eximir al Gobierno de EEUU de "cualquier demanda que se entable (contra) personal de EEUU con relación a su misión en Panamá". En caso de demandas de terceros por muertes no relacionadas al combate del personal militar EEUU pagará de conformidad a las leyes estadounidenses.
Hace pocos años un soldado asesinó a una joven panameña. El militar fue sacado del país por la embajada de EEUU y posteriormente juzgado en ese país. Los familiares aún piden justicia sin que el gobierno panameño asuma sus responsabilidades en este caso.
El Movimiento Alternativa Popular (MAP) condenó los ejercicios militares norteamericanos en suelo panameño. Desde el 2 enero de 2018 están desembarcando tropas en Panamá, bajo una censura estricta. Aún se desconocen las verdaderas intenciones de los ejercicios y el papel de los estamentos armados de Panamá. Según el MAP, “es un claro mensaje de Washington contra cualquier política panameña que no se subordine a los intereses de ese país. Además, coloca al gobierno panameño en el centro de los planes de invadir militarmente al país hermano de Venezuela”. Según el internacionalista panameño, Julio Yao, los ejercicios constituyen una flagrante violación al Tratado de Neutralidad que regula las relaciones entre Panamá y EEUU sobre el Canal.
La gira del secretario Rex Tillerson por varios países de la región coincide con los ejercicios en Panamá y también en las áreas fronterizas entre Brasil, Perú y Colombia con Venezuela en la Amazonía. La presencia militar de EEUU en Panamá es un signo de cuales son las intenciones de Washington.
El secretario Tillerson inició su gira llamando a las fuerzas armadas venezolanas para que den un golpe de Estado contra el gobierno. La respuesta a la provocación insólita del funcionario norteamericano vino del propio ministro de Defensa, Vladimir Padrino L., quien expresó que “…a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) no le viene a dar instrucciones un señor imperialista”.
Venezuela celebrará elecciones en abril del presente año. Con una oposición dividida es casi seguro el triunfo del actual mandatario, Nicolás Maduro, quien aspira a la reelección. EEUU y algunos países de América latina ya han anunciado que no reconocerán el resultado del sufragio. Washington también amenaza con declarar un bloqueo a las exportaciones de petróleo provocando una crisis financiera. China, a su vez, firmó un acuerdo con Caracas para invertir 100 mil millones de dólares en la cuenca del Orinoco para extraer el ‘oro negro’.
En su gira, el ministro norteamericano le recordó a las cancillerías latinoamericanas que “América Latina no necesita de nuevos poderes imperiales que solo miran por su interés”. Mensaje que los panameños podemos traducir como una amenaza frente a los acuerdos del presidente Varela con la República Popular China.
*Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA)
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